Sergei Mijalovich Eisenstein…

¿Por dónde empezar ?… ¿ Por su cultura de Leton, que viene de Letonia, o por su sentido de la libertad a todo precio que le costó un exilio forzado en el corazón de aquella Unión Sovética moldea da por Stalin y sus artefobia según línea de partido y el Congreso intelectual de 1932?

Dicho lo cual, recordarle la madre a Máximo Gorky (autor de la novela homónima ) no estaría demás, porque fue el mentor » in- signe», de aquel congreso que moldeó la noción práctica del «realismo socialista», como ejemplo de creación artística en todos los géneros: imposición del Estado, por encima de la libre imaginería de los creadores.

En esta primera entrega, llegamos hasta el Acorazado Potemkin.

1/ NACER EN RIGA: ILUMINAR EL MUNDO Y SUS CONFINES CON EL FARO DE SU INGENIO.

Había nacido en 1898, bajo el imperio ruso, en Riga, hoy capital de la República parlamentaria de Letonia (**). Para más señas cronológicas, nace en lo que se llamaría El Siglo de Plata de la cultura rusa.

Apasionado del teatro, convierte a Vsevolod Meyerhold, pionero del teatro ruso, en su padre, en aquel avance vertiginoso que le llevaría a descubrir pronto su destino fundamental: el cine.

El paso de S. M. Eisenstein por el teatro, no es menos significativo, pese a que él mismo en sus inicios y con sus pasiones de mirar más allá, no le da tanta importancia. Pero hace su ejercicio, desde 1915 intenta estudiar ingeniería, abandona en 1918 para integrarse al Ejército Rojo.

En 1921, para una presentación de la obra «El Mexicano», de Jack London, en la arena central del antiguo Proletkult, Eisenstein hace los decorados, el vestuario, ya está comprometido con una visión vanguardista del teatro y para que el ambiente sea más fecundo, frecuenta el grupo Lef (Levy Front Iskusstv, frente de izquierda de las artes, cuyo encanto era virarlo todo en tiempos de oscurantismos y ortodoxias de revolución triunfante) de Vladimir. K. Mayakovsky, donde publica el primer atisbo de lo que con el tiem- poserá su tesis sobreel cine mejor desarrollada luego: «El montaje de atracción, bajo la influencia del circo, el afiche y el teatro»…

Próximo a dar el salto definitivo al cine, entre 1923 y 1924 Eisenstein tiene una prolífica labor teatral, monta varias piezas, entre otras «El Sabio», de Ostrovski, con fresco ca- rácter experimental inserta un trozo de película muda en la misma en cuya banda sonora se escucha una orquesta de jazz de los años 20 del siglo XX.

Ese corto, un clásico universal del cortometraje mudo, anunciaba sus grandes obras, había nacido en Riga, hacia el Báltico, era letón y judío, sus irradiaciones, apenas comenzaban…

Su idea de que el Cine lo era todo, un conjunto, un extracto activo de todas las artes, ya había madurado.

2/ SERGEI . M. EISENSTEIN : LA GENIALI- DAD POR ENCIMA DE LA ORTODOXIA OFI- DICA DE LA UNION SOVIETICA : DETRAS DEL LEGADO, LA ANGUSTIA 

1923-1930 :

La Huelga ( 1924)

Antes de hacer el Acorazado Potemkin ( 1925 ), su gran obra acabada, porque luego vendrían los cortes, las censuras y las constantes amenazas, Eisenstein, había realizado La Huelga ( 1924 ).. Una cinta que vista 94 años luego, tiene la frescura del burlesque, pese a ser una película que logra su objetivo ideológico : retratar condiciones de vida y trabajo de los obreros ante sus patronos en el viejo régimen Zarista.

Lucha de clases y una frase de V. Lenin como exordio dicha en 1907.

Tres elementos retratan el nucleo de su cine futuro en le Huelga ( 1924 ) :

a): Visión de la masa como personaje colectivo y su espacio social protagónico.

b): El carácter satírico y de Music Hall ( presente ya en el corto de 1923 : El Diario de Gloumov ), la aleación de tragedia y comedia de modo paralelo, puliendo apenas el carác- ter teatral en la oferta histriónica : con un humor que es constante en su obra, pese a la intelectualidad de su cine.

y c): Inicio práctico de sus tesis del montaje asociativo, plasmado en una de las secuencias finales de la Huelga, cuando la masacre de los obreros es comparada con el degüello de reses en un matadero.

Sin embargo, contra toda apuesta en un ambiente de producción fílmica vigilada por calieses fílmicos del Estado, La Huelga (1924) es secuestrada por el gobierno, pero de modo misterioso se exhibe en Francia y gana el premio de la Exposición de París de 1925.

Fue mal recibida en su tiempo, secuestra- da, vilipendiada, pero con la tranquilidad del tiempo que corre, en la Huelga (1924), hay un pequeño ensayo de lo que luego sería, un año después, El Acorazado Potemkin (1925).

1925, Acorazado Potemkin.

El gran director está predestinado a realizar con sus películas, a pesar de todo, la mitología fílmica de la Revolución de Octubre, aún joven y en proceso de realizarse. Y logra plasmar la idea de una cierta poesía de masas en el espacio rectangular, que tenía por objetivo crear los simbolismos de aquel proceso.

El héroe colectivo nacido en una fábrica en la Huelga (1924) surge con mayor estética y plasticidad en el Acorazado Potemkin. El montaje de atracción, asociativo, medido para conseguir vía el montaje un efecto ideológico, en Potemkin tiene su epítome, su catarsis de revolución y propaganda, que sin embargo, no elude un discurso una estética, notable, indiscutible.

Montaje intelectual que yuxtapone aso- ciación y reflexión.

Apenas tenía 27 años, entonces.

Pero a Sergei M. Eisenstein le esperarían momentos difíciles de sortear, graves y trá- gicos que marcarían su biografía, pero nun- ca, nunca nublarían lo grandioso de su apor- te a las posteridad y su eterna presencia en la actualidad fílmica de Siglo XXI: el gran artista ha viajado su talento, entre los siglos (CFE).

Continuará

(*) Nunca una frase heredada de un talento inobjetable, fue tan cierta para la realidad cinematográfica Dominicana, de nuestros días…

(**) Letonia, junto a Lituania y Estonia fueron satélites de los nazis primero

y luego del pacto de Varsovia. Disuelta la Unión Soviética, Letonia en 1991, logra su independencia definitiva. En el 2004 entra a Unión Europea y en el 2016 en la Ocde.