CONSULTORIO DE NUTRICIÓN

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P: ¿Por qué se desnutren los enfermos de cáncer, y cómo deben alimentarse?

R: Se estima que 40-80% de los pacientes con cáncer están desnutridos. La desnutrición en estos enfermos es un signo de mal pronóstico, ya que afecta negativamente tanto el funcionamiento y la reparación de los tejidos (cicatrización de las heridas), así como el sistema inmunológico, conllevando a un mayor riesgo de infecciones; hay pobre tolerancia de los procedimientos quirúrgicos, la quimioterapia y la radioterapia. El cáncer estimula la liberación de ciertas sustancias que causan saciedad precoz y pérdida del apetito, que junto a la movilización de la grasa corporal y la destrucción de las proteínas musculares (causadas por interleuquina-1 y caquectina), provocan pérdida severa de peso y caquexia. Otras sustancias tumorales alteran el gusto y el olfato, causando aversión a los alimentos amargos (carne); aunque se toleran mejor los alimentos agrios y salados. Algunos enfermos presentan un rechazo condicionado a ciertos alimentos, porque lo asocian con náuseas y otras molestias desarrolladas durante la quimioterapia. Además, la depresión, la ansiedad, el desaliento y la incertidumbre frente al pronóstico de su enfermedad, reducen la ingesta alimentaria. La resección del estómago puede provocar dolor, sensación de plenitud y vaciamiento gástrico rápido, acompañado de diarrea, sudación, taquicardia e hipoglucemia. Las cirugías del páncreas causan mal absorción importante y diabetes mellitus; mientras que la resección intestinal causa diarrea, con pérdida de líquidos, potasio, sodio y magnesio.

La quimioterapia y la radioterapia, pueden provocar inflamación de la mucosa del aparato digestivo (mucositis), sequedad de boca, sangrado, infección por hongos (candidiasis), dolor y dificultad para tragar, vómitos y diarrea.
Recomendaciones:

1- Comer en un ambiente agradable.

2- Aumentar el aporte de calorías y proteínas de la dieta, aprovechando la mejoría del apetito en horas de la mañana.

3- En casos de pérdida del apetito, diarrea, náuseas y/o vómitos: comer despacio, evitar comidas copiosas, el exceso de grasas y los alimentos muy condimentados; preferir alimentos fríos o a temperatura ambiente, separando los líquidos de los sólidos.

4- Si hay problemas de masticación o deglución: consumir alimentos blandos y fríos, comidas frecuentes, comer despacio, aumentar la ingesta de líquidos y restringir los alimentos ácidos.

5- Ejercitarse con regularidad, si el paciente lo tolera.

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