Los resultados electorales de las primarias del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en el municipio de Santiago, en el marco del Congreso Gladys Gutiérrez, no sorprenden a nuestro equipo, pues confiamos siempre en que la voluntad del pueblo, y en especial de la base del partido, se iba a imponer.

Aunque esperamos los resultados oficiales, es de público conocimiento el triunfo obtenido en buena lid por nuestra candidatura,  que el pueblo de Santiago hizo suya y que aceptamos con humildad.

Razones hay de sobra para celebrar tan emblemática victoria, a no ser por el acontecimiento fatal de la muerte del compañero Erasmo Medina Espinal, quien fue asesinado por criminales, mientras defendía el respeto a la participación y a la democracia; además de la ocurrencia de otros hechos que pretendían atentar contra la transparencia del proceso, como lo documentamos en la carta dirigida a la Comisión Nacional Electoral, 48 horas antes de las votaciones.

En tal virtud, comunicamos a los peledeístas, a los santiagueros y al país, que hemos suspendido cualquier actividad festiva a propósito de la victoria obtenida, y concentraremos todas nuestras energías en acompañar en su dolor a los familiares de la víctima y en reclamar de las autoridades competentes el establecimiento de las responsabilidades por este cruel hecho y que, por demás, se produzcan las sanciones penales y disciplinarias correspondientes contra sus asesinos, quienes actuaron en complicidad, de forma deliberada y con saña.

Hoy, no sólo estamos en duelo por la muerte del compañero Medina Espinal, sino además por ver cómo se propicia que la creación del profesor Juan Bosch, el PLD, pierda su esencia y se permitan acontecimientos tan bochornosos que nos llenan de vergüenza, como los ocurridos en los últimos procesos electorales internos de nuestra organización.

No dejaremos de reclamar justicia contra el asesino y sus cómplices y nunca renunciaremos a nuestro sentimiento democrático y participativo de ver hecho realidad un partido donde no haya imposiciones, presiones y chantajes que intenten alterar la voluntad popular.