Fernando Sibilio, coordinador y productor de Acción Popular, me envió su opinión sobre mis trabajos de las subastas.
Santo Domingo, D. N.
16 de diciembre, 2015.
Lic. Evaristo Rubens
Distinguido Señor:
Valoramos sus trabajos especializados sobre las subastas que realiza la Bolsa Agroempresarial de la República Dominicana. Reconocemos el esfuerzo profesional que usted hace para sensibilizar a la población y a la sociedad acerca del valor social de estas operaciones comerciales. Estamos convencidos de que usted conoce a profundidad las bases éticas que sustentan estas transacciones comerciales con recursos públicos. Negocios que se realizan al margen de la Ley Orgánica del Ministerio de Agricultura, violando la Ley Orgánica de la Dirección General de Aduanas, pues el decreto 569-12 le concede a la Bolsa Agro empresarial de la República Dominicana la facultad de vendutera pública de valores que corresponden al Ministerio de Agricultura. Viola este decreto el Código Tributario y Arancelario, puesto que le permite a una institución privada, sin fines de lucro; violar el Artículo 5 de ese mismo decreto irregular, y violar las cláusulas comerciales de la Organización Mundial de Comercio, observadas y refrendadas en el Tratado de Libre Comercio DR-CAFTA. Apreciaremos encarecidamente si sus valiosísimos aportes le dieran cabida a un análisis de la economía de estas decisiones estatales. Si se pudieran evaluar el impacto y las compensaciones que reciben la sociedad y la población, tanto en lo económico, en lo financiero y en los beneficios directos sobre los hogares. Investigue los estructurados costos y costes en los precios finales, tomando en cuenta los precios de paridad, los costos y costes de intermediación y el precio real en el mercado. Solo así se pudiera dar visibilidad a la descapitalización que provocan en los importadores, en los detallistas y en los hogares. Es que fruto de estas anomalías democráticas, vendemos productos que, por ejemplo, el ajo, cuyos márgenes de beneficios suben más del 60%.

Pollo

Ha vuelto la especulación de casi todos los años con el precio del pollo. Hay pollos suficientes en las granjas y en los canales de comercialización, aseguran avicultores y autoridades. Algunos comercializadores están repitiendo su estafa contra los consumidores, que siempre pagan los platos rotos. No compren pollo.