Moscú. Rusia negó hoy que en las reuniones en Viena para el arreglo del conflicto en Siria se acordara que el presidente del país árabe, Bachar al Asad, dejaría el poder después de marzo de 2017.
“Puede ser que ellos (EE.UU.) tengan tales planes, pero eso no fue lo que se acordó en Viena”, dijo Mijaíl Bogdánov, viceministro de Exteriores, a la agencia Interfax.
Bogdánov subrayó que Rusia mantiene invariable su postura de que “el futuro de Siria, incluido sus dirigentes, lo decide el pueblo sirio».
“Eso es lo que está escrito en los acuerdos de Viena”, agregó. Según informó la prensa estadounidense, que cita documentos oficiales, la Casa Blanca espera que Asad permanezca en el poder hasta marzo de 2017, de acuerdo con el proceso de transición política en Siria.
En principio, un gobierno de transición reemplazaría al régimen de Asad, tras lo que se celebrarían nuevas elecciones en agosto de 2017 con la participación de la oposición.
En Viena se acordó convocar elecciones y aprobar una nueva Constitución, y se abordó un posible cese del fuego, que no incluiría a los yihadistas, pero no hubo acuerdo con respecto a Asad.
Aunque el presidente de EEUU, Barack Obama, insiste en exigir la renuncia de Asad, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, parece más dispuesto que nunca a permitir que el líder sirio permanezca por el momento en el poder.
Rusia desvincula el destino de Asad del arreglo político en Siria e insiste en centrarse en iniciar cuanto antes las negociaciones entre el gobierno y la oposición sirias, y en expulsar al Estado Islámico para evitar la desintegración del país.
Asad considera que cuenta con el apoyo de la mayoría de su pueblo y mantiene que su futuro político depende exclusivamente de la voluntad de los sirios expresada democráticamente en unas elecciones y no puede ser decidido bajo mesa por potencias extranjeras.
Al igual que los rusos, los iraníes descartan una pronta renuncia de Asad, mientras los rebeldes sirios y potencias regionales como Turquía, Arabia Saudí y Catar demandan la inmediata salida del líder sirio, al que acusan de masacrar a su pueblo.