Cada vez lo hace más gente. Nosotros te animamos a hacerlo, ya que así tendrás tu surtido vegetal a mano y más barato.

Las condiciones mínimas son elegir el contenedor adecuado, al menos cuatro horas de sol directo y orientación al sur.

El sol. Es necesario. Para desarrollarse y crecer fuertes, las plantas necesitan de ocho a diez horas de sol. No importa si es un patio, una terraza, un jardín, en la cocina, en la ventana… pero lo ideal es que estén orientadas hacia el sur o al suroeste.

El espacio. Podemos diseñar un plano teniendo en cuenta la superficie, capacidad y distribución. Limitar el peso dependiendo de la resistencia del balcón, o bien aprovechar el espacio vertical. También hay que situar las plantas bajas delante de las altas para aprovechar el sol.

Sustratos apropiados. Apostaremos por lo natural. Sustituiremos los abonos químicos por los de granja vegetales y orgánicos.

El agua. La frecuencia del riego dependerá de la época, lo mismo que la cantidad. Más habitual en verano. No regar cuando el sol de directamente, sino temprano o en la tarde.

Autoconsumo. Lo mejor es diversificar el cultivo, en pocas cantidades y escalando las cosechas.

Tener varias especies. Berenjena, ajo, lechuga, acelgas, cebolla, espinaca, pepinos, cebolla, tomates…

Plantas para cuidar tus pies

¿Hay algún remedio natural para ablandar los callos en los pies? La fitoterapia nos ofrece soluciones; la caléndula o margarita es una planta con poder antiséptico, astringente, cicatrizante y antiinflamatorio. Otra maravilla de la naturaleza es la rosa de mosqueta, de cuya semilla se extrae el aceite sin olor, de gran absorción e ideal para la aplicación local. Presenta un intenso efecto reparador de los tejidos dérmicos, incluso capaz de matizar cicatrices y quemaduras.

Se aconseja aplicar preparados de estas plantas masajeando dos veces al día, sobre todo por la noche.

Antes de aplicar las cremas, procura eliminar todo tipo de durezas y callos que hayan en tus pies.

Alimentos que te ayudan a pensar mejor

Los alimentos son nuestro combustible, lo que permite que nos pongamos en marca cada día. Como indica la nutricionista Sandra Toral, para hacerlo de forma saludable tomamos como referencia la pirámide nutricional: una base ancha de pan, cereales, arroz y pasta; frutas y verduras en el siguiente escalón; leche, yogur, queso, carne, pollo, frutos secos y huevos, a continuación y en la cúspide, lo que menos se debe consumir: dulces, grasas y aceites. 

Tomando esto como telón de fondo, tenemos que saber qué alimentos nos convienen más según el tipo de vida y la actividad que realicemos. Por ahora nos enfocaremos en el esfuerzo intelectual.

Para empezar, glucosa. La glucosa alimenta las células de nuestro cerebro. Cuando nos levantamos por la mañana, su nivel está por los suelos, así que necesitamos un buen desayuno con los alimentos adecuados. Por ejemplo, un pedazo de pan o un bol de cereales. Sandra aconseja acompañarlos con:

Kiwi, naranja, mandarina o piña. Los cítricos repercuten de forma positiva en nuestra capacidad de recordar.

Frutos secos. Nueces, avellanas… por su contenido en omega 3 están indicados en enfermedades neurodegenerativas o sobreesfuerzo intelectual.

Para curar pequeñas heridas

Es frecuente que los niños sufran pequeñas heridas.  La Sociedad Española de Heridas  aconseja valorar la gravedad, buscar un lugar adecuado para tratarla, lavarse bien las manos y limpiar la herida con agua y jabón. Si hay  hemorragia, detenla primero presionando con gasa hasta que cese. Luego aplica un antiséptico y protege con banditas.

Antioxidantes para  espermas sanos

No comer ciertos alimentos ricos en antioxidantes podría dañar tu poder reproductivo. Un estudio tuvo como conclusión que los hombres que consumen pocos antioxidantes tienen espermatozoides más lentos, débiles y en menor cantidad.

Algunos alimentos ricos en antioxidantes son: kiwi, repollo, fresa, pimiento verde, coliflor, espinacas y tomates crudos.