«Se fue»: La ONU testigo impotente de hambruna que mata a jóvenes sirios

«Se fue»: La ONU testigo impotente de hambruna que mata a jóvenes sirios

BEIRUT.  «Se fue», anunció en voz baja una doctora de Naciones Unidas ante un adolescente sirio de 16 años que acababa de fallecer por desnutrición en una clínica de campaña en la ciudad sitiada de Madaya.

El joven murió ante los servicios de emergencia de la Unicef, ilustrando la situación en la ciudad, en la que se calcula que la mitad de sus 40.000 habitantes tiene menos de 18 años.

«Vimos a dos adolescentes que compartían la cama», contó a la AFP la representante para Siria de Unicef, Hanaa Singer, que describió los cuerpos de los chicos como «esqueléticos».

Una médico de la organización se acercó a uno de los adolescentes, que se veía especialmente débil, y percibió que su pulso se había detenido.

«Lo examinó, no tenía pulso, así que empezó a resucitarlo. Una, dos, tres veces, después me miró y me dijo: ‘Se fue'», contó por teléfono Singer. Entonces, el otro paciente comenzó a preguntar, angustiado, si había muerto.

La familia del adolescente muerto, Alí, que estaba sentada cerca, parecía tan exhausta, que «ya no podía ni siquiera expresar su dolor. Lloraban en silencio, sin consuelo».

Alí se convirtió en la última persona en morir de desnutrición en Madaya, una posición rebelde sitiada por las tropas del gobierno sirio.

En la ciudad se han registrado más de dos docenas de muertos por desnutrición desde principios de diciembre.

Un convoy humanitario de 44 camiones repletos de alimentos y medicinas llegó a Madaya, a unos 40 kilómetros de la capital siria. Un primer convoy había sido autorizado a entrar en la ciudad el lunes, después de la indignación provocada por las informaciones sobre los estragos de la hambruna en la ciudad.

«Lo que se ve es la magnitud del hambre. Toda la gente te dice que han sobrevivido a base de sopa con agua, especies y comiendo hierbas y hojas», contó Singer.

«Los convoyes no son suficientes en este tipo de situaciones», insiste esta responsable, que pide que se levanten todos los asedios militares donde haya civiles.

«Los niños te suplican un trozo de pan. Algunos vienen y se disculpan por haberlo solicitado varias veces, a pesar de que ya les dijiste que no tenías. Te dicen: ‘disculpa mamita, ya te pedí el trozo de pan», explica Singer.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Media Luna Roja consiguieron incluir una clínica móvil en el convoy para intentar salvar al máximo de supervivientes. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió el jueves que el uso de la hambruna como arma de guerra es un crimen.

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