Hace algo más de un mes que partió físicamente el alcalde del municipio Santo Domingo Este Juan de los Santos, quien el 31 de este mes cumpliría 45 años. Las circunstancias trágicas de ese hecho todos las conocemos.
El que fuera también presidente de la Federación Dominicana de Municipios (FEDOMU) dejó en la orfandad a cinco hijos: dos jovencitos, de un matrimonio anterior y tres pequeños, de seis, cuatro y un año de edad que nacieron fruto de su unión con Berlinesa Franco.
Una de las escenas más impactantes y conmovedoras del velatorio fue cuando la joven viuda se refirió a la reacción de sus hijos con respecto a esa muerte, y entre las preguntas que le hicieron fue que si en el cielo había celular para ellos comunicarse con su padre.
Al margen de cualquier otra consideración, la de ellos es una situación preocupante, sobre todo porque Juan de los Santos era muy buen padre y yo que seguí su cuenta de Facebook doy testimonio de las tiernas y amorosas imágenes familiares que colocaba, incluyendo la última, cuando acompañó a los niños a la fiesta de Navidad de su colegio.
Ignoro cuáles han sido los pasos que ha dado Berlinesa para explicarles a sus hijos lo sucedido, pero sé que a medida que pase el tiempo ellos irán asimilando más la tragedia y solo con una correcta orientación y rodeados de amor aprenderán a vivir sin su padre y ser afectados lo menos posible por ese trauma.
Estoy segura que Berlinesa es una madre 24/7. Pero hago este comentario porque hay personas que sin medir las consecuencias psicológicas que pueden derivarse de eso, y por las responsabilidades que implica, se han dedicado a promoverla como candidata a la alcaldía del municipio Santo Domingo Este. Yo desconozco sus condiciones políticas, su formación académica y su liderazgo, pero ahora no debe embarcarse en otra cosa que no sean sus hijos. Si yo fuera Berlinesa, mi mayor prioridad sería Juan Manuel, Juan Carlos y Valentina.