Deuda a un mayor interés

Deuda a un mayor interés

Pagaremos 6.87% por el nuevo endeudamiento externo de US$1,000 millones, que supera el costo medio de la deuda pública externa de 5.30%. La tasa también es mayor al 5.87% de 2013 y 5.50% de hace un año, cuando se vendieron bonos similares a diez años en el mercado global de capitales.

El aumento del costo tiene que ver con el entorno internacional, los inversionistas están exigiendo más interés por prestar dinero a diez años, por la creciente desconfianza de los mercados financieros hacia los países latinoamericanos, por sus monedas que se devalúan por abaratamiento del petróleo y las materias primas, en parte explicado por la ralentización de la economía china.

Pero no es todo, se mantiene el temor de recesión mundial, que lo alimenta la frecuente revisión hacia abajo de las previsiones del crecimiento mundial de parte de los organismos internacionales, y para confundir más, se produce en un contexto en que la Reserva Federal ha puesto punto final a los tipos de interés de 0%.

Parece que las teorías económicas están sirviendo de poco, porque no obstante ese panorama externo, el riesgo de prestar a República Dominicana se ha mantenido en la media de América Latina o alrededor de ella. Los inversionistas nos exigen pagar adicionalmente 430 puntos básicos, lo que supera la prima exigida a Panamá, Perú, Chile, Uruguay, México y Colombia, pero es inferior a Argentina, Brasil, El Salvador, Ecuador y Venezuela.

El diferencial de rentabilidad que nos exigen los inversionistas respecto a lo que paga el Tesoro de los Estados Unidos por el mismo bono a diez años, que es el termómetro que mide la desconfianza de los mercados financieros hacia nosotros y que computa JP Morgan a través del índice “Embi”, está muy lejos de la barrera de 1,000 puntos básicos que se interpreta riesgo de impago de lo prestado.

Lo que está claro es que los mercados de capitales nos envían varios mensajes: 1. El dinero se pondrá más escaso y caro por dos motivos, por el cambio de política de la Reserva Federal, lo que imitará el Banco Central Europeo, y la volatilidad de la prima de riesgo Latinoamericana; 2. Debe cambiarse la composición de la deuda, el 66% deuda externa y 34% deuda interna, debe ser al revés para deber menos al exterior y más internamente, aprovechando el escenario de petróleo barato que genera ahorros en el gasto, y la coyuntura de baja inflación, que ha hecho posible que el Banco Central pueda mantener bajos los tipos de interés; 3. Debe cambiarse la política de desahorros a ahorros públicos, guardar para mañana, generando superávits fiscal, y 4. Para evitar reestructurar el balance adeudado, es necesario reducir la velocidad del endeudamiento público, respecto al PIB de 32.2% en 2012 paso a 36.4% en 2015, al tiempo de casi duplicarse el costo de la deuda externa, que promediaba 3.6% en 2012 y por nuevos compromisos ahora se paga 6.87%.

Con relación a lo presupuestado, el gobierno sabe cuánto se ahorrará con el petróleo barato, estimo alrededor de diez mil millones de pesos, el cálculo que debe hacer es si lo contrarresta el aumento de los intereses de la deuda externa.

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