Por una campaña pacífica

Por una campaña pacífica

Ya oficialmente estamos en campaña, porque de hecho lo estamos permanentemente. Yo creo que uno de los regalos más grandes que nos pueden hacer los políticos, o yo diría los activistas, es que ese período discurra sin que tengamos que lamentar desgracias.

Que cada quien respete el derecho del otro a expresarse, pero que también esto se haga dentro de un marco de respeto. ¡Que no haya un muerto más fruto de la violencia electoral!

Hay otras agresiones que deben evitarse como es el daño al medio ambiente, como cuando no hacemos ruido que ensordece al otro; respetamos el derecho al libre tránsito y por lo tanto no son obstaculizadas las vías, sobre todo por donde hay mayor flujo de vehículos en las manifestaciones, paradas y bandereos.

Asimismo, hay que cooperar con la higiene; las calles lucen horribles, no solamente con los volantes, sino también con los papeles y cartones de los productos que la gente consume, como vasos desechables, servilletas, cartones de jugos, botellas de agua, etc.

No pintar los árboles, ni llenarlos de propaganda, y de la misma manera cuidar los postes del tendido eléctrico, o de teléfonos. Que los spots publicitarios se usen para dar a conocer los mejor que tiene ese candidato y no para denigrar al que no es de mi simpatía y que tampoco se caiga en la intolerancia de dañar la propaganda del contrario.

La verdad que una gran parte de los dominicanos estamos cansados de cómo discurren las campañas con miras a elecciones y no nos podemos olvidar que por primera vez en mucho tiempo vamos a lidiar con los candidatos a la presidencia de la República y a los cargos congresuales y municipales, que son un paquetón.

Es decir, que tenemos una gran oportunidad de demostrarnos a nosotros mismos que somos capaces de hacer una campaña limpia, con altura y apegada a principios éticos, si cada quien aporta su grano de arena.

Y seamos precavidos y cuidémosnos; no dejemos nuestra seguridad a merced de los políticos y de sus activistas, porque al fin y al cabo si nos pasa algo solo nosotros seremos las víctimas.

¿Podemos soñar con una campaña pacífica? Yo creo que sí.

Publicaciones Relacionadas