PUERTO PRÍNCIPE, Haití. Después de tres días de reuniones, el jefe de una misión regional expresó la esperanza, aunque no la confianza, en que la crisis política haitiana se resuelva antes del fin del período presidencial este fin de semana.

Por pedido del mandatario saliente Michel Martelly, la Organización de Estados Americanos autorizó la misión especial a Haití tras la suspensión por tiempo indeterminado de una segunda vuelta electoral para que haya un sucesor antes del fin de su período constitucional, el 7 de febrero.

Desde su arribo el domingo, los enviados de la OEA se reunieron con Martelly, funcionarios del gobierno, legisladores, jueces y otras personalidades.

El jefe de la misión, Ronald Sanders, a su vez presidente del consejo permanente de la OEA, dijo que le impresionaba la “notable inteligencia” de los funcionarios haitianos, pero no llegó a decir que confiaba en que llegarían a una solución viable en los próximos días.

“Si he de creer en lo que nos ha dicho la gente, de que está resuelta a salvar a su país y llevarlo adelante, entonces creo que hay grandes esperanzas en una solución”, dijo Sanders el martes a la Associated Press.

Sanders dijo que los senadores haitianos han propuesto un plan para que Martelly entregue el poder el domingo. La presidencia estaría vacante por un breve período y un primer ministro designado por consenso ejercería funciones hasta la elección de un nuevo presidente.

“Todos en la cámara del Senado nos dijeron que habían llegado a una propuesta unificada que someterían al gobierno”, dijo Sanders.    Escuchó que había una decena de nombres en estudio para jefe de gobierno interino, añadió.

Pero algunos dirigentes opositores están ávidos por derrotar cualquier acuerdo que incluya a Martelly.

“Martelly no tiene un papel a cumplir. Se discute la propuesta como un juego de niños”, dijo Samuel Madistin, décimo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales