Berlín. El ministro alemán de Transportes, Alexander Dobrindt, aseguró hoy que gracias a las medidas adoptadas tras el escándalo de las emisiones de Volkswagen cualquier intento de fraude del sector del motor podrá ser detectado.
“Que todos tengan claro que el intento de manipulación no quedará sin ser descubierto”, aseguró el ministro al ser preguntado en el Bundestag (cámara baja) por los avances en la investigación sobre el caso del mayor fabricante de vehículos de Europa.
Dobrindt defendió su gestión sin fisuras frente a las fuertes críticas de la oposición, y aseguró que la implementación de las “soluciones técnicas” para los clientes de Volkswagen afectados están mucho más adelantadas en Alemania que en otros países.
Asimismo subrayó que la reducción de las emisiones en los vehículos afectados no lastrará el rendimiento de los motores ni supondrán “una desventaja para los clientes».
El ministro recordó que la empresa, a la que ha exigido “resolver los daños”, está obligada a llamar a todos los vehículos afectados, algo que ya empezó a hacer el pasado enero, para resarcir a sus clientes, comenzar a recuperar su confianza y subsanar el daño a Alemania como plataforma industrial.
Además, Dobrindt explicó que se realizan pruebas en laboratorio y también en condiciones reales, esto es, en carretera, a una importante serie de modelos, y que en cuanto se tengan los resultados consolidados serán publicados de forma detallada.
La comparecencia del ministro se debió a una pregunta del diputado de Los Verdes Oliver Krischer, que al abrir la comparecencia alertó de que el escándalo de Volkswagen es sólo “la punta del iceberg” de unas prácticas fraudulentas más que extendidas en el sector del motor en Alemania.
La manipulación de las emisiones de gases contaminantes, argumentó, suceden “en todos los lugares” y en “muchas marcas”, algo a lo que Dobrindt contestó exigiendo que no pusiese a todo el sector “bajo sospecha general».
Krischer acusó asimismo al ejecutivo de complicidad y de no haber hecho “absolutamente nada” en los cinco meses que han pasado desde que se destapó el escándalo de Volkswagen.