La membrana política

La membrana política

La semana pasada hemos visto, en la primera plana del Listín Diario, una fotografía del Presidente de la República, acompañado de Pepín Corripio, rodeados ambos por los directores de todos los periódicos del país. No es algo que ocurra con frecuencia. Las conversaciones de los periodistas con el Presidente se prolongaron casi dos horas.

Cada periódico destacó aspectos diferentes de las declaraciones del jefe del Estado. “No tomará licencia durante su campaña política”; otros titulares fueron: “los médicos han comenzado mal”; “las válvulas del despilfarro” han sido cerradas; “el sistema de partidos está en peligro”. El mandatario expresó en esa entrevista múltiple que “ya tiene pensado quien será su compañero de boleta”.

Una cuestión ha intrigado a todos: el Presidente expresó haber tenido motivos importantes para modificar la Constitución y aspirar a un nuevo periodo de gobierno. Según parece, en algún momento sabremos cuáles fueron esos poderosos motivos. El “suspenso” por el compañero de boleta tiene fecha de expiración; tarde o temprano tendrá que ser revelado al público y a la Junta Central Electoral. Los asuntos políticos de la RD pasan por membranas, filtros o cedazos, como ocurre con el agua purificada por osmosis. Los dominicanos se empeñan en “desentrañar los misterios” del futuro inmediato… a partir de una fotografía.

Pepín Corripio, propietario de muchos diarios, emisoras de radio y de TV, es un hombre muy rico y sumamente inteligente; pero, además, dotado de “buen juicio”, pues hay personas inteligentes “en abstracto”, que no aciertan en sus decisiones por carecer de juicio de anticipación, como diría Kant, o juicio de “ajuste con la realidad”, como prefieren decir los políticos. ¿Cuál es la realidad política actual de la RD?
¿La corrupción, que la oposición señala gozosamente? No ha dejado de haberla en los gobiernos anteriores; por tanto, no es cosa nueva ni sorprendente. En el gobierno de Balaguer esa corrupción se detenía en “la puerta de su despacho”. Todos eran corruptos, menos el Presidente Balaguer. Muy joven, Balaguer escribió un libro titulado: “La realidad dominicana”, donde hizo un análisis de nuestra historia y un examen de su propio presente. Por esta fotografía del Presidente Medina con los directores, se filtra –osmóticamente– la realidad dominicana. ¡La reelección va!

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