WASHINGTON. La compañía Apple anunció este lunes que aceptaría que un panel de expertos se pronuncie sobre el acceso a datos protegidos de teléfonos móviles, si las autoridades estadounidenses renuncian a obligarla a darles acceso al iPhone de unos de los atacantes de San Bernardino, California.
En un comunicado publicado en su sitio web, Apple reafirma su oposición a los intentos del gobierno estadounidense de obligarla a ayudar al FBI en su investigación sobre los atentatos de San Bernardino, pero también sugirió la posibilidad de llegar a un compromiso en la batalla legal de enorme alcance político.
En diciembre de 2015 Syed Farook y su mujer, Tashfeen Malik, mataron a 14 personas en una fiesta navideña en San Bernardino, California, y hasta la fecha el FBI sigue sin poder acceder a los datos encriptados de uno de los teléfonos de los asesinos.
El Departamento de Justicia presentó el viernes una segunda demanda para que la justicia obligue a Apple a ayudar a los investigadoes a desbloquear ese iPhone, desatando una controversia y una batalla legal sobre el acceso a datos protegidos.
Apple ha alegado que la orden de un magistrado crearía una «puerta secreta» que podría debilitar la seguridad de los aparatos de sus miles de usuarios. La nueva presentación del gobierno ante la justicia afirma que Apple basa su defensa en «preocupaciones de marketing» y que a la compañía no se le ha pedido que entregue algún software sensible que pueda ser usado por hackers.
En su comunicado divulgado, Apple aclaró ahora que «el mejor camino para el gobierno sería retirar sus demandas (…), como propuso alguien en el Congreso (y) formar una comisión u otro panel de expertos en inteligencia, tecnologías y derechos civiles para discutir las implicaciones en materia legal, de seguridad nacional, privacidad y libertades individuales».
«Apple participaría con mucho gusto en una iniciativa de ese tipo», agregó. El comunicado de la empresa, el último capítulo de la batalla en torno a la protección de datos, sostiene que una orden judicial que obligue a Apple a permitir ese acceso «establecería un antecedente legal que ampliaría los poderes gubernamentales que simplemente no sabemos a dónde nos conduciría».
Al respecto, Josh Earnest, portavoz de la presidencia estadounidense, dijo el miércoles que «el Departamento de Justicia no le pide a Apple que modifique su producto o cree un medio indirecto para acceder a uno de sus productos», sino que «simplemente pide algo que tendría un efecto en este aparato concreto».
En un memorando a los empleados de Apple, también divulgado este lunes, su director ejecutivo, Tim Cook, aseguró que la empresa no reduciría sus dispositivos de seguridad incluidos en sus teléfonos que solo permiten al titular ingresar a él. Cook y James Coney, director del FBI, fueron invitados a declarar ante el Congreso.
Coney dijo este lunes que el tema legal «es muy acotado específico (…), simplemente queremos tener la oportunidad, con una orden judicial, de intentar acceder a la palabra clave del terrorista sin que (el contenido de) el teléfono se autodestruya y sin que nos lleve una década. Es eso».