La semana de la moda de Nueva York estrena cambio de sede y nuevo modelo de negocio que afecta directamente a tu armario. Firmas como Rebecca Minkoff o Banana Republic ponen a la venta, inmediatamente después del desfile, las prendas que se han visto sobre la pasarela. Ya tienen etiqueta en Twitter: “SeeBuyWear”.

Los ojos del mundo de la moda estuvieron puestos por estos días en Nueva York, donde los más importantes diseñadores se dieron cita para ofrecer las nuevas tendencias para otoño-invierno 2016-2017.A esta cita no faltó Carolina Herrera,

Ángel Sánchez, Alexander Wang, Rebecca Minkoff, Delpozo, Narciso Rodríguez, Óscar de la Renta o Tommy Hilfiger. Este último, a partir de la próxima pasarela, se suma a la tendencia de poner a la venta los modelos tras los desfiles, tanto en tiendas como en internet.

A juzgar por lo que se ha visto en Nueva York se imponen los vestidos lenceros, las líneas sencillas, los estampados geométricos, los zapatos planos, las lazadas al cuello, los escotes generosos y las chaquetas.

El espíritu y la elegancia de Óscar de la Renta está presenta en una colección sobria e impoluta, firmada por el británico Peter Copping, quien propone majestuosos modelos de gala de alta costura, con grandes volúmenes, e incluso lazadas a la espalda, unos modelos que hubieran fascinado a Grace Kelly o la princesa Diana.

Líneas sencillas y estampados geométricos se instalan en los vestidos de finos tirantes de Narciso Rodríguez quien, sin pudor alguno, vuelve a poner de moda el vestido lencero, en blanco con distinto largo por delante que por atrás.

Muy “Lady”. El venezolano Ángel Sánchez juega con la dicotomía de mujer “inocente y perversa”, combinando tanto los cuellos tortuga como los escotes más pronunciados, por delante y también a la espalda.

Sánchez, quien adora crear vestidos de noche y para novias en los que se muestra la piel de la mujer, ahonda en sus raíces y saca a la luz propuestas para brillar en las alfombras rojas.

“En la noche me siento muy cómodo como diseñador”, aseguró a Efe Sánchez, a quien le ha inspirado la frase del director español Luis Buñuel de que “la mujer es como la luna, tiene un lado oscuro”.

Negro, dorado y morado son los colores con los que propone vestir a su musa, con vestidos de cola y de falda amplia, plisados que acentúan la cintura, algunos palabra de honor que no faltan en el guardarropa femenino, adornados por lentejuelas y lazos.

Carolina Herrera mostró su estilo más “lady” con cortes clásicos y telas livianas. Los vestidos fueron la pieza clave, tanto por encima de la rodilla, como largos hasta el tobillo.

Color plata, rosa palo y el siempre seguro blanco y negro predominaron en la pasarela. De nuevo lazadas al cuello al estilo de las muñecas de porcelana.

Destacaron igualmente los escotes, generosos, en pico y de barco. Los tejidos fueron principalmente seda, lanas y pieles en abrigos y cuellos de blazers y chaquetas.
Tommy Hilfiger mostró su revisitación “preppy” de la moda marinera. Las modelos, incluida la “it girl” de esta semana de la moda de Nueva York, Gigi Hadid, lucían una colección inspirada en los grandes viajes transatlánticos de los años veinte con el estilo clásico de Nueva Inglaterra, el “preppy”.