Sin que todavía esté muy claro cómo se impedirá que los senadores utilicen el “barrilito” durante el proceso electoral, como dispuso el pleno de la JCE mediante resolución, el doctor Roberto Rosario anunció que el organismo también extenderá sus controles a los ayuntamientos, a fin de evitar que sus incumbentes-candidatos utilicen en beneficio propio los fondos de asistencia social de que disponen. Al hacer el anuncio el presidente de la JCE declaró que solicitará a la Cámara de Cuentas que se encargue de verificar que la suspensión del “barrilito” se cumpla, y hay que suponer que le pedirá lo mismo en el caso de los cabildos, pero está por verse si el organismo fiscalizador quiere asumir esa responsabilidad, aunque vale aclarar –por si acaso– que “verificar” no es sinónimo de “impedir”. Hasta el día de ayer, y a pesar de las resistencias iniciales y las advertencias públicas de que el Senado es soberano, los senadores parecían estar dispuestos, “en beneficio de la equidad”, a suspender el “barrilito”, pero esa buena voluntad tiene todavía que expresarse en votos cuando el pleno de la Cámara Alta se reúna para discutir el tema. Con los ayuntamientos la cosa es mucho mas complicada, y no tanto por su cantidad como por la diversidad de fuerzas políticas que los controlan, lo que hace que regresemos a la inquietud inicial. ¿Está dispuesta la Cámara de Cuentas a “verificar” si los cabildos acogen la resolución de la JCE que prohibiría la suspensión de esos fondos? Todavía no sabemos si la doctora Licelotte Marte de Barrios se meterá en ese berenjenal, pero en un país donde los recursos públicos, para beneplácito de nuestra rapaz clase política, no tienen dolientes, es fácil adivinar cuál será su respuesta a la petición de la JCE.