Periodismo y literatura V

Periodismo y literatura V

Los filósofos inventan nuevas palabras. Los poetas no sólo las inventan sino que “dotan” de nuevos significados a las existentes. Rubén Darío dio a la palabra azul un “contenido” de idealidad, perfección, pureza, que no tiene la voz añil. Rafael Américo Henríquez, gran poeta dominicano, escribió un poema titulado Norma, en el cual traza el camino de los poetas en el mundo; y expone su “arte poética”. Ese poema extraordinario define maravillosamente el carácter de la escritura literaria. Dice: “exprimir de la luz/ todo su contenido:/ árbol, agua, sendero…/ a cielo suficiente,/a pájaro bastante;/ latir en el sentido/humilde de la vida; con ímpetu consciente/ quedar en lo cantado,/. Propone, al mismo tiempo, la identificación con las cosas y el ansia de perennidad.

El poeta quiere “quedar en lo cantado”. Rafael Américo Henríquez concluye su poema así: “y ser en hora alguna/ más verde que lo verde,/ más luna que la luna”./ Ningún periodista puede “exprimir de la luz” su contenido, o ser “más luna que la luna”. Debe conformarse con aspiraciones más modestas. Los poetas esperan hasta alcanzar la luna; los periodistas tienen “hora de cierre”. La misión de los escritores no debe ser disminuida; con ellos el idioma se refina y crece… en calidades intelectuales y sentimentales. Ellos modifican las técnicas expresivas y de comunicación. Los periodistas las usan, las difunden, las convierten en parte de la civilización. Es ese un honroso, respetable, oficio. No es poca cosa ser periodista “a cielo suficiente, a pájaro bastante”.

Es probable que en los años venideros los periodistas, y los intelectuales con vida pública, cumplan un papel protagónico en las sociedades donde actúan. Un politólogo español llamado Alejo Burgos, estima que está surgiendo un “nuevo país” que podría llamarse Globalia, Humanía o Cosmópolis. Es una silenciosa transformación. Los hombres “conectados” a la comunicación “interactiva”, a la información abstracta y universal, están en mejores condiciones de “abarcar intelectualmente” ese “nuevo país” de extensión planetaria.

Es probable, también que los modos actuales del liderazgo político sufran mutaciones substanciales. Están desapareciendo los hombres magnéticos. El antiguo líder de masas ha sido sustituido paulatinamente por la figura emergente del gerente colectivo. Las masas pasan la mayor parte del tiempo mirando el televisor. (Año 2000).

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