POR MIRFAK ROWALAND
Cuando estamos embuídos en la fascinante tarea de cocinar, en el camino pueden aparecer obstáculos que impidan realizar el trabajo o que estropean el resultado, algo que nos tiende a irritar o a dejar muy insatisfechos, y más si estamos cocinando para agradar el paladar de alguien especial o para algunos invitados que pronto llegarán al hogar.

Si el arroz quedó duro o «apastado», que si se dañó la carne en la nevera por culpa de los «apagones», o simplemente, que la sal se queda atascada en el salero (algo que ocasiona pérdidas de tiempo) o que el pan que compramos el día anterior no esperó ni siquiera 24 horas para endurecerse.

Estas y otras situaciones inesperadas se presentan «a cada rato» y en cada cocina, ocasionando contratiempos y haciendo que se tenga que gastar dinero que no estaba dentro del presupuesto.

Gracias a la madre naturaleza y al ingenio, estos problemas de «último minuto» pueden ser remediados o prevenidos, evitando que esos momentos en los que la  creatividad culinaria está «a flor de piel» se conviertan en una pesadilla. Pues la realidad es, que la falta o el mal estado de un ingrediente, puede hacer que lo que se quería que fuera una delicia se convierta en un desagradable plato.

Por eso, tanto a  esas amas de casa que se tropiezan con uno que otro de estos «problemitas» por lo menos una vez al mes, como a esos chefs que sufren las consecuencias de la «culinaria imperfecta», les traemos 15 trucos que les aseguramos les serán de gran utilidad.

1  • Si el vinagre está agriado por llevar mucho tiempo guardado, se puede echar un trozo de manzana en el envase. Tras dejarlo unas dos horas aproximadamente el sabor del vinagre se suaviza considerablemente.

2  • Meter el queso unos minutos en leche tibia, recuperará toda su frescura, quedando tierno y sabroso.

3  • Se puede aprovechar el pan de ayer si se salpica bien con agua y, después, se introduce en el horno caliente durante unos minutos.

4  • Para ablandar el arroz, se debe poner en una olla con un poco de agua y sal y taparlo. Remover con un tenedor y quedará sueltecito, como recién hecho.

5  • Para que los granos de arroz blanco queden sueltos, hay que echarlos cuando el agua hierve a borbotones, sin salar ni remover para que el grano no se parta, y de este modo, evitar que salga el almidón y se apelmace.

6    •Para que la sal no se endurezca y no se atasque en los agujeritos del salero, es conveniente añadir dentro unos granos de arroz.

7  •Para que el pan no se ponga duro de un día para otro,  se debe introducir en la panera o en la bolsa de tela donde se guarda, una rama de apio.

8  •Para que no se derritan rápidamente los cubitos de hielo, basta con ponerlos en un recipiente y cubrirlos de agua con gas.

9  • Para que la miel no se endurezca, se debe introducir en el frasco un trozo de zanahoria bien limpia y seca, con toda su piel.

10  • Los plátanos, una vez guardados en la nevera, pueden durar más días sin ponerse negros si se envuelven previamente en papel de periódico.

11  •Si desea  evitar que los limones abiertos se sequen, debe frotar la superficie del corte con clara de huevo.

12  •Para conservar las carnes en buenas condiciones en la nevera, unte la carne con abundante aceite de oliva y un chorrito de limón antes de introducirla.

13  •Para madurar manzanas o peras, hay que colocarlas en una bolsa de papel junto a una manzana ya madura. Mantenerlas en un sitio fresco y oscuro. Para madurar aguacates se ponen a temperatura ambiente en una bolsa de plástico con una piel de plátano o se envuelven en papel de periódico. Para que maduren antes, envolverlos en papel de aluminio y en sitio oscuro.

14  •En el sofrito de cebolla añadir una cucharadita de azúcar, tomará un bonito color dorado y un exquisito sabor.

15  •Para evitar el olor a aceite a la hora de freír, hay que poner una ramita de perejil cuando el aceite comience a calentarse.

Gracias a la madre naturaleza y al ingenio humano, estos problemas de «último minuto» pueden ser

remediados o prevenidos, pues la realidad es, que la falta o el mal estado de un ingrediente, puede hacer que lo que se quería que fuera una delicia se convierta en un desagradable plato.