Detalles: Agobiante

MADRID, España.– El verano no es tan bello y acogedor como muchos los pintan. Depende como cada persona lo experimente. ¿Qué condiciones, y qué medios se tienen para estar fuera de las garras de atmósferas infernales? Los meses veraniegos serán divertidos, o no, dependiendo casi siempre de las posibilidades económicas de las personas. No es lo mismo, estar protegido las 24 horas del día del calor con aires acondicionados centrales, que intentar refrescarse simplemente con abanicos que muchas veces el aire que tiran es puro fuego.
Tampoco, el verano es igual para los que pueden disfrutar de verdaderas vacaciones en hoteles, playas, cruceros, yates, automóviles con aires acondicionados, que otros que tienen que trabajar sin condiciones algunas, caminar largo trecho en asfaltos calentados como fogones de parillas, para conseguir un metro, en estaciones donde la multitud no deja circular un soplo de aire, un autobús u otros tipos de transportes públicos, en ciudades por ejemplo como Nueva York. El verano es sinónimo de ocio, pues aparentemente, las altas temperaturas facilitan la vida al aire libre e invitan a disfrutar de la playa, parques y muchas diversiones más, pero cuando las temperaturas suben como en estos momentos a 40 grados, los medios de comunicación alertan a la ciudadanía de l o s r i e s g o s p a r a l a s a l u d , l o s g o l p e s d e calor, y que es mejor quedarse encerrados en la casa, evitar problemas, pues ya han fallecido varias personas.
Palo si boga, y si no boga, también. ¿Qué es preferible, el frío o el calor? Particularmente, prefiero lo primero, pues el calor me quita hasta las energías de hacer cosas, me hace sentir agobiada, prefiero llevar un abrigo, a ropas ligeras que ayudan, pero no te quitan el calor insoportable que muchas veces se torna infernal y ponen a las gentes de mal humor. Sólo hay que observar a los turistas aquí, asfixiados bebiendo líquidos por un tubo. ¡Dios mío! Las elevadas temperaturas son culpables de que muchos bosques queden deforestados a causa de dantescos incendios como el que se produjo en Portugal.