¿Hacia dónde se dirige la Marcha Verde?

¿Hacia dónde se dirige la Marcha Verde?

La Marcha Verde realizó una manifestación grandiosa, que congregó a millares de forma compacta bajo la homogeneidad del color verde y una que otra bandera tricolor. El éxito de la convocatoria, sin contar supuestamente con el apoyo financiero de la cúpula empresarial, dice mucho de las ansias acumuladas en importantes sectores de la población para que termine el reino de la impunidad y se disminuyan los niveles de corrupción.
Este movimiento está adquiriendo una gran responsabilidad frente al país, de mantenerse como un movimiento social, de continuar como un eficiente grupo de presión, como lo fue en su momento el movimiento por el 4% del PIB para la educación, para que los procesos en marcha, sean de Odebretch o no, culminen con una justa sanción a los involucrados.
El camino de la Marcha Verde está lleno de retos y de riesgos. El reto de no desfallecer al margen de los obstáculos y el riesgo de que partidos políticos o grupos radicales capitalicen y aprovechen para beneficio de sus intereses particulares el esfuerzo de ese colectivo.
La Marcha Verde podría devenir en una fuerza política y eso no es malo, eso fortalecería la democracia y presentaría al electorado una opción diferente a la de los partidos tradicionales que de una u otra forma han sido salpicados por la corrupción.
Lo que la Marcha Verde no puede darse el lujo es que después de una demostración de músculos, como la del domingo 16 de julio, concluya con un documento donde el planteamiento principal sea el sometimiento a la Justicia del presidente Danilo Medina. ¿Con qué pruebas? ¿Con qué expediente? ¿En qué documento de Brasil aparece el nombre del presidente Danilo Medina o la de los expresidentes Leonel Fernández e Hipólito Mejía cuyas cabezas también son pedidas?
Como recientemente apuntaba la prestigiosa socióloga y politóloga Rosario Espinal: “Vamos a ser realistas. Someter a tres presidentes significaría un nivel de inestabilidad que la misma sociedad rechazaría”
La Marcha Verde no puede ser contra un partido o contra un Presidente o Expresidentes que tienen una obra de gobierno y que merecen el mayor de los respetos, porque ellos no pueden ser responsables de las fechorías que cometieron sus funcionarios hasta pruebas y procesos que demuestren lo contrario. La Marcha Verde tiene que profundizar en sus propias esencias e incluso constituirse en una plataforma de otros planteamientos relacionados con la corrupción, como es contar con una buena Ley de Partidos, que limite los aportes privados y transparente la contabilidad de las organizaciones. En esos dineros, lícitos e ilícitos está el embrión de la corrupción.
La actividad demostró un crecimiento sostenido del movimiento, una vocación de permanencia y de cómo ha calado en una parte de la conciencia ciudadana; por eso merece arribar a la consecución de sus metas, como logró el movimiento por el 4% del PIB para la educación, y eso será posible si mantiene sus esencias, racionalidad en las consignas y un epílogo de las manifestaciones que sean verdaderos documentos históricos que sigan despertando la conciencia nacional y no proclamas redactadas por resentidos sociales que aspiran crear un vacío político con fines inconfesables.
Este país ha visto tantos movimientos idealistas que sucumbieron ante el embate de fuerzas negativas, como fue el caso del glorioso Movimiento 14 de junio; hoy en día los riesgos son otros y la Marcha Verde no puede permitirse fracasar porque ello sería el mejor jalón para la impunidad y la continuación de la corrupción.
La marcha verde está en el derecho de exigir una mejor preparación de los expedientes por parte del Ministerio Publico y que se reactiven otros aparentemente dormidos.
Lo que la Marcha Verde no puede es contribuir a la destrucción del sistema de partidos, los actuales liderazgos y llevar al país a un vacío político. Así no se lucha de forma eficaz contra la impunidad y la corrupción.
Saludo la manifestación de 16 de julio, saludo los esfuerzos de los ciudadanos involucrados. El éxito de sus objetivos será una ganancia para esta sociedad.

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