Santiago
Unas 50,717 personas que viven en condiciones de vulnerabilidad se beneficiarán con la intervención de las cañadas de Gurabo y Pontezuela, que serían saneadas por la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe) y la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan).
Así lo informaron Silvio Durán, director general de Coraasan; y Juan Carlos Ortiz, presidente del Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago (CDES) durante una reunión que sostuvieron con Francisco Pagán, director de la Oisoe, para presentarle el proyecto de saneamiento de las ocho grandes cañadas urbanas que tiene Santiago.
Tras escuchar la presentación hecha por Ortiz y Reynaldo Peguero, director ejecutivo del CDES, Pagán acogió la propuesta de iniciar la intervención de dos de las ocho cañadas urbanas que muestran altos niveles de contaminación, sobre todo las del río Gurabo y la conformada por los arroyos Guazumal, Pontezuela y Nibaje.

Durán explicó que sanear estas cañadas es de vital importancia para Santiago y dijo que la iniciativa de invertir en el saneamiento de las cañadas y aguas residuales data del 2014, cuando el Poder Ejecutivo otorgó fondos especiales a Coraasan.
La importancia de este saneamiento, señaló, radica en que el río Yaque del Norte entra limpio a la ciudad pero, tras recorrer unos 10 kilómetros, se va contaminando con las cañadas.

“Para cumplir esa visión se pretende lograr la implementación de proyectos estratégicos y acciones de victorias rápidas contenidas en el primer eje del Plan-Cuenca, dirigido a la construcción del Colector número 10 en los arroyos Pontezuela y Nibaje, así como una intervención de recuperación de esta cañada que asegure la protección, ampliación y reforestación de todos los espacios públicos verdes”, manifestó Durán.

Señaló que además se debe visualizar una acción en el río Gurabo y fortalecer el programa de Reducción de Riesgo Climático que se impulsa con el auspicio de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).