Hoy 
Arrollando hacia Santiago iban las huestes de Juan Luis Pierrot. En Talanquera nació un merengue que decía que en Talanquera Tomás se huyó con la bandera.
El martes 30 de marzo de este 2010, se van a cumplir ciento sesenta y seis años que en Santiago fue salvada la hazaña libertadora de los trinitarios.
El 30 de marzo de 1844 en la Ciudad Corazón de la República, fue batida y derrotada la columna invasora que de Puerto Príncipe había salido.
El coraje, la decisión y la entereza constituyeron un tríptico portentoso, para el triunfo que ayudó a consolidar nuestra nacional independencia.
Tres militares franceses que ayudaron y guiaron a los dominicanos en la bélica jornada, fueron; José María Imbert, Achille Michel y Pedro Eugenio Pelletier.
El encargado de la defensa de Santiago frente a la arremetida que se esperaba, era Ramón Matías Mella; pero éste reclutando hombres se encontraba en San José de las Matas.
Entonces para dirigir las operaciones guerreras, el mando le fue conferido al francés José María Imbert. El general Imbert organizó la defensa de la manera siguiente: Los cañones de la Fortaleza de San Luis fueron puestos bajo la responsabilidad de Francisco Antonio Salcedo, de quien dependían los certeros artilleros José María López y Dionisio Mieses.
Con denuedo batiendo el cobre, denodada actuación tuvo, al frente de un grupo de valientes que se denominó La Flor, el comandante Angel Reyes.
Con bravura pelearon las tropas que de los pueblos vecinos, acudieron a la defensa de la Ciudad Corazón del Cibao. Así, ese memorable día dignos de mención resultaron: Los voluntarios de Moca, los de La Vega y los de San Francisco de Macorís.
Y a la hora de repartir los laureles, muy en cuenta hay que tomar a los Andulleros de Sabana Iglesia. O sea a los musculosos macheteros, que obedecían a Fernando Valerio. El 30 de marzo de 1844, la batalla de Santiago constituía una tenaporfía… una lucha a muerte.
Hubo un momento en que los hombres de Juan Luis Pierrot, en tropel llegaron hasta las faldas mismas del llamado fuerte Dios. Y es justamente ahí, cuando al machete se produce la famosa Carga de los Andulleros. También notable resultó la participación de una varonil mujer que andaba, entre los voluntarios de La Vega. Esa mujer tenía por nombre Juan Trinidad (alias) La Saltitopa.
Se dice que esa mujer después fue llamada La coronela. Ella bajaba al Yaque, a buscar agua para calmar las bocas furentes de los cañones.
La batalla había comenzado al medio día y Juan Luis Pierrot, calculando que resulta riesgoso esperar las sombras de la noche, envió como parlamentos a los oficiales Toussaint Dupuy y Charles Western. El jefe haitiano ofrecía la retirada; pero pedía no ser hostigado, en su marcha hacia la frontera. Ocurriendo que en su retirada fue asazmente fustigado por los hombres mandados por Francisco Caba y Bartolo Mejía que para cobrarle la huida de Tomás con la bandera; en su espera se encontraban en Guayubín y en Talanquera.
En este 166 aniversario del triunfo de Santiago, rendimos parias y pleitesías a los héroes de la segunda batalla de nuestra independencia. Y pensamos que el héroe máximo de aquella bélica jornada tiene un descendiente directo, que es héroe de la República: El mayor general Antonio Imbert Barrera. ¡Felicitaciones!
