Los golpes a la pelota otoño-invernal no se detienen y cada año son más fuertes.
Muchos equipos de Grandes Ligas se han “desconectado” del béisbol otoño-invernal y a otros simplemente no les interesa.
El primer “tablazo” que se recibe es que los jugadores dominicanos de alto nivel no juegan.
El segundo “tablazo” es la famosa lista de fatiga extrema que saca de juego a decenas de jugadores.
Y ahora, el tercer “tablazo” es que los muchachitos, los que acaban de ser seleccionados en un draft, tampoco los quieren dejar jugar aquí.
Los casos más recientes son los de Fernando Tatis Jr. de las Estrellas, Eloy Jiménez de los Gigantes del Cibao y está en la mira Vladimir Guerrero Jr., de los Leones del Escogido.
Pero también las Estrellas perdieron a Raimel Tapia, los Toros a Keury Mella y a Yairo Muñoz.
Y la lista se ampliará en las próximas horas.
Todo esto crea una “impotencia” entre gerentes y dueños de equipos, pero no puedem enfrentar a los magnates de Grandes Ligas, que de forma malsana o de manera inconsulta están “pisoteando” a los torneos otoño-invernales.
Los temores y las grandes consecuencias. Los equipos tienen temores de que sus prospectos se lastimen. Pero resulta que al sacarlos de los estadios, estos jugadores estonces se meten en líos mayores fuera del terreno, y en algunos casos hasta pierden la vida.
Los tiempos cambiaron. Es innegable que los tiempos cambiaron radicalmente, porque antes era un orgullo y una necesidad para un equipo de Grandes Ligas mandar a sus principales peloteros a jugar en el otoño-invierno.
¿Están fallando los gerentes generales? Habría que determinar cómo andan las estrategias de los gerentes generales para mantener una conexión fuerte con los equipos de Grandes Ligas.