LA VEGA.- La confesión de Ana Julia Quezada como autora del crimen del niño Gabriel Cruz, de 8 años, ha consternado a la sociedad española y puesto en vilo a la comunidad Las Cabuyas, en este municipio, donde vecinos acompañan en lamentos a familiares que piden perdón.
“Nosotros, toda la familia, le pedimos perdón a España, al padre del niño muerto y a los demás parientes que sufren esta pérdida”, expresó a este medio una hermana de Ana Julia, que no quiso identificarse.
Dijo que aún no salen del asombro al ver a su pariente involucrada en el asesinato.
Cada vez que el tema toma un nuevo matiz son más los medios de comunicación y los curiosos que acuden a la casa de doña Juana Cruz, una anciana de 72 años, que vive momentos de amargura y desesperación con el arresto de su hija Ana Julia.
Doña Juana, que según sus hijos sufre de problemas cardíacos, ha tenido que enfrentar la llegada a su residencia de una batería de periodistas nacionales e internacionales.
Aunque la dama se ha mostrado renuente a ofrecer declaraciones, ella ha concedido entrevistas con algunos medios de comunicación pero otros en cambio han tenido que desistir cuando ella se siente hastiada de la presencia de los reporteros, quienes la hastían con tantas preguntas.
Con Quezada pocas personas se relacionaban. Su estilo poco sociable se puede apreciar con las reacciones de su familia y los vecinos. “Yo no me trataba mucho con ella, pero ella es una muchacha sana y muy amable. Muy buena. Me ha sorprendido todo esto”, manifestó su hermano, Juan Quezada, que vive en la casa próxima a su madre.
En tanto que un primo y un cuñado de Ana Julia, Luis Manuel Roque y Domingo Pablo, afirmaron por separado que se fue a España hace cerca de 26 años y que nadie de su familia se había visto envuelto en un hecho de esta naturaleza.
Al enterarse de la tragedia que había cometido Ana Julia Quezada, la vecina María Margarita dijo que le sorprendió la noticia.