Moscú.– Rusia preparaba este jueves su réplica a la expulsión de 23 de sus diplomáticos decidida por Londres tras el envenenamiento de un ex doble agente ruso refugiado en Reino Unido, una sanción que calificó de «absolutamente irresponsable».
«Se están preparando la medidas de respuesta y serán adoptadas próximamente», afirmó la portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajarova, que denunció en este caso las «acusaciones absolutamente absurdas contra Rusia y su pueblo».
«La posición de la parte británica nos parece absolutamente irresponsable», declaró por su lado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Desde la hospitalización el 4 de marzo de Serguéi Skripal y su hija Yulia, el tono no hace más que subir entre Moscú y Londres, agravando unas relaciones ya deterioradas y reforzando un clima de Guerra Fría existente entre Rusia y Occidente.
Ello se produce además a pocos días de la elección presidencial rusa del próximo domingo, y a tres meses del Mundial-2018 de fútbol que se celebra en Rusia. Tras días de acusaciones recíprocas, Londres pasó el miércoles a la acción.
La primera ministra británica Theresa May anunció el miércoles la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la suspensión de contactos bilaterales con Moscú en respuesta al atentado contra el exespía ruso, perpetrado en suelo inglés y con armas químicas, y del que declaró «culpable» a Rusia.
Moderados. Rusia tenía hasta ahora 59 diplomáticos acreditados en Reino Unido. Los 23 expulsados, considerados por Londres como «agentes de inteligencia no declarados», tienen una semana para irse. Se trata de la más importante ola de expulsión de diplomáticos rusos por Reino Unido desde el fin de la Guerra fría.
Además, May suspendió los contactos bilaterales de alto nivel, incluyendo una visita prevista del ministro de Exteriores ruso Serguéi Lavrov y toda representación diplomática británica en el Mundial de fútbol Rusia-2018.
«No habrá asistencia de ministros ni de miembros de la familia real al Mundial de Rusia», afirmó. Los analistas consideran sin embargo estas sanciones como «moderadas».
Sin embargo, la respuesta de Moscú «no tardará», aseguró el ministerio ruso de Exteriores, calificando las medidas de May de «hostiles». La expulsión de los diplomáticos «es absolutamente inaceptable e indigna», añadió la cancillería en su comunicado.
El excoronel Serguéi Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, fueron atacados por un agente químico militar –de fabricación rusa, según Londres– en Salisbury, en el sudoeste de Inglaterra. Se debaten entre la vida y la muerte diez días después del atentado.
Como hiciera Estados Unidos la víspera, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo este jueves que «comparte la opinión» de Reino Unido sobre la responsabilidad de Rusia en el envenenamiento del exespía ruso en suelo británico y estimó que «no hay otra explicación posible», según un comunicado del Elíseo.
Ante la exigencia de explicaciones, Moscú afirmó que sólo cooperará si tiene acceso a una muestra de la sustancia química, identificada por Londres como el agente «Novichok» («pequeño último») concebido al final de la URSS.
La prensa rusa acusó este jueves a Theresa May de «envenenar» las relaciones con Moscú luego que Gran Bretaña anunciara la serie de sanciones. «Theresa May envenenó las relaciones entre Moscú y Londres», tituló el periódico Nezavissimaïa gazeta, mientras que el oficial Rossiïskaïa gazeta calificó como «reacción nerviosa» las medidas anunciadas por la dirigente británica que «eligió la confrontación con Moscú».
‘Fantasma de Stalin’. Este jueves en la BBC, el ministro británico de Exteriores Boris Johnson acusó a Rusia de «ir demasiado lejos en la dirección incorrecta».
«Rusia está hoy en una vía revanchista. Putin siente el fantasma de Stalin. Mira a su alrededor y ve a la OTAN en las fronteras de lo que era la Unión Soviética. Por eso plantea problemas». En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, celebrada a petición de Reino Unido, Estados Unidos mostró su firme apoyo a Gran Bretaña.