Por más de 53 años el Patronato Nacional de Ciegos ha desarrollado una ardua labor a favor de la población con discapacidad visual de República Dominicana, en especial la de escasos recursos económicos, previniendo por un lado la ceguera y por otro ayudando a rehabilitar a los afectados.
Alexandra Ventura, Jenny Podestá, Rita Espaillat de Valdez y Rosalía Alvarez, representantes la institución explicaron la labor que desarrollan a favor de las personas ciegas, al participar en el Encuentro Obras son Amores, de la Revista ES.
Su labor fue ponderada por la editora de la revista ES, Maribel Lazala, junto a doña María Alonso de Corripio, Nelson Marrero, Liza Díaz, Katy Gutiérrez, Lilyn de Suárez y Maruchy Hernández.
Explicaron que el Patronato Nacional de Ciegos es una institución sin fines de lucro, fundada en noviembre del año 1964. Sus objetivos son trabajar a favor de la población con discapacidad visual.

Trabaja en base a dos líneas de acción que son la rehabilitación integral y la prevención de la ceguera.
Cuentan con escuelas de masajes, con siete especialidades, con masajistas entrenados por expertos japoneses; también enseñan el sistema braille para leer y entrenamiento agropecuario.
Cuentan con un programa de colocación laboral, para ayudar a personas ciegas a independizarse al dotarlo de un empleo.
Además les ofrecen préstamos para que instalen sus propios negocios y puedan salir de la pobreza mediante la educación y el trabajo.
Sus servicios son gratis y abarcan todo el territorio nacional y la población ciega o con baja visión.
Tienen tres centros de rehabilitación, uno en Santo Domingo, otro en Santiago y uno Barahona.
También desarrollan sus programas y actividades en comunidades de las regiones, Sur, Este, Norte y Noroeste, a través de filiares en que el personal va a zonas apartadas del país a atender a los afectados con problemas de ceguera.

Otro de sus programas es el de prevención de ceguera, mediante el cual realizan operativos oftalmológicos gratis en zonas vulnerables, donde imparten charlas sobre salud ocular en barrios marginados, escuelas, colegios, iglesias y hospitales.
Tienen profesores especializados, que enseñan a las personas ciegas las técnicas compensatorias que les permiten su independencia social y laboral e integrarse como entes productivos a la sociedad.

“Una vez culminado el proceso de rehabilitación integral, y ya capacitada la persona ciega para desempeñar un oficio, se gestiona su integración laboral en organismos estatales o privados”, dijo Alvarez.
En otro caso, su departamento de colocación laboral los evalúa para un puesto de trabajo informal. “En ambos casos, la finalidad es la generación de recursos que le permita su autosostenimiento y de sus familias”.