«Esa asesina… y la jueza también es una asesina. No es madre, no tiene hijo, no tiene a nadie», fueron las palabras de Diolandita Cabrera, madre de la niña Carla Massiel, de 10 años de edad, quien fue encontrada sin vida en agosto del año pasado en el sector de La Cuaba, del kilómetro 23 de la autopista Duarte.
«Ayudenme por favor, se lo suplico que me ayuden», expresó Cabrera hincada, en momentos en que junto con su abogado, Plutarco Jáquez, solicitó al Consejo del Poder Judicial suspender a la magistrada interina Hilda Sánchez, por excluir del expediente a Lilian Santana, acusada de participar en la muerte de la menor.
Conforme a la instancia, la jueza Sánchez decidió descargar a Santana, hija del fallecido propietario de la Cínica Integral, a pesar de que el imputado Darwin José Trinidad, señalado como la personas que le dio muerte a la niña, la señaló como la persona que le dio el dinero para cometer el crimen.
Hilda Sánchez decidió excluir por insuficiencia de pruebas a Liliana Santana, contra quien los familiares de la víctima se querellaron de manera particular. Sin embargo, envió a juicio de fondo a Trinidad y a Juan Cabral Martínez, acusados de la muerte de la niña.
El tribunal acogió todas las pruebas que presentó el Ministerio Público contra los dos acusados, a quienes atribuye la responsabilidad en el rapto, violación y muerte de la menor, cuyo cuerpo fue encontrado el 16 de agosto del 2016.