La Conferencia del Episcopado Dominicano instó ayer al Congreso Nacional a aprobar la ‘tan esperada’ Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas, la que entiende, debe permitir a cada organización la libertad de escoger la modalidad de elecciones internas que considere conveniente.
En un documento enviado a los medios de comunicación, los obispos dijeron que los legisladores tienen el reto de romper la prolongada espera y asumir la responsabilidad de dar al país una norma que responda a los principios democráticos del ejercicio partidario.
“Esta ha sido una ley tan esperada por la sociedad y dejada durante más de una década fuera de la agenda del Congreso, siempre anunciada, mas siempre postergada. Esta es la oportunidad de su aprobación, no la desaprovechemos”, refieren religiosos en el texto.
Sobre la selección de los candidatos a lo interno de las organizaciones, entienden que la Junta Central Electoral (JCE) no puede ser forzada con la encomienda de realizar tantas elecciones, en un mismo año y en meses sucesivos.
Perturba la paz. Los obispos afirmaron que perturba la paz en la nación, la falta de una Ley de Partidos que garantice la transparencia, el control y el uso de los recursos estatales; la participación de la mujer y la representatividad de sectores que son excluidos en los procesos electorales.
Aseguran que la democracia sería fortalecida, si son abiertas las puertas a la participación de nuevas estructuras emergentes y al liderazgo renovado.
Pidieron además la aprobación de la Ley Electoral, que le ponga fin al dispendio de recursos en la vida política partidista y que paute el financiamiento y los tiempos de las campañas proselitistas.
Más equidad en campaña. En ese sentido, señalan que el país aspira a que desaparezcan radicalmente las prácticas corruptas del enriquecimiento ilícito, a través de la política, y que haya equidad en el gasto, en el uso de los medios de comunicación, en la inversión legal de los recursos del Estado y en la administración de encuestas científicas y comprobadas, fuera de toda manipulación.
Pero además de eso, favorecieron una ley que facilite el debate de los candidatos a cargos de elección, a fin de reducir el tiempo de campaña y que la población sea debidamente edificada respecto a la oferta programática de cada partido y aspirante.
Los líderes católicos pidieron a los partidos anteponer los intereses de la nación a los propios, ya que la sociedad no quiere luchas internas, sino una búsqueda aunada de soluciones a los problemas que agobian y perturban la paz de los dominicanos.