En parte limusina, en parte SUV y en el resto tanque de guerra, así es la “Bestia”; vehículo oficial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Esta auténtica fortaleza es un auto blindado fabricado específicamente para el Presidente estadounidense y deriva en parte de una limosina Cadillac y de un todo terreno GMC, dando como resultado una auténtica ‘Bestia’. Así lo apodaron.

Su carrocería de 20 centímetros de grosor es capaz de soportar proyectiles de gran calibre, y los cristales de 12 centímetros de grueso, lo hace prácticamente impenetrable. El peso total se estima en unas ocho toneladas, utilizando neumáticos ‘RunFlat’ que le permiten rodar más de 100 kilómetros con gomas pinchadas.

Lejos de la ficción, incorpora metralletas y cohetes que convierten al vehículo en una especie de tanque, salvo por el detalle de que el lujo y la elegancia no se pierden en su estética. Hasta es capaz de aguantar un ataque químico, para el que sellaría las puertas y utilizaría un sistema para reciclar el oxígeno del interior.

No falta en su interior un completo sistema de comunicaciones compuesto por ordenadores, teléfonos, dispositivo de rastreo GPS, Internet, satélites y conexión directa con las autoridades.

Incluso el motor V8 de gasolina que impulsa la limosina es blindado. Eso sí, en consumo de combustible no pasa los 8 kilómetros por cada galón.