178 mil  dejaron las escuelas el año pasado

<P>178 mil  dejaron las escuelas el año pasado</P>

El año pasado,  más de 178 mil estudiantes de distintos niveles de la educación pública y privada abandonaron y desertaron de las aulas, de acuerdo a informaciones estadísticas de la secretaría de Educación.

De acuerdo con estadísticas de la secretaría de Educación, el año escolar pasado (2006-2007) la deserción o abandono escolar fue de 7% para el nivel básico y de 11% en media, ésas cifras se traducen en que cerca de 145,421 alumnos se retiraron de las escuelas y liceos del sector oficial durante ese periodo lectivo.

En ese mismo período, la deserción escolar alcanzó el 3.3% en básica y 16.2% en el nivel medio del sector privado, para un total de 33,393 alumnos que dejaron las aulas de los  colegios. El total general de abandono en ambos sectores asciende a 178,814 niños y jóvenes. 

La deserción  es el abandono definitivo de las aulas de los centros educativos y como explica un profesor con más de 20 años de experiencia, ambos fenómenos merecen atención urgente de la comunidad educativa y de las autoridades por considerar  su actual estado “alarmante”.

En su experiencia, Francisco Yuli, director de Proyectos Académicos de la organización educativa Junior Achievement, ha observado que tanto la deserción como el absentismo escolar tienen manifestaciones distintas para el sector público y privado, ya que arrastran desmotivación, problemática familiar y pobreza.

Explica que mientras los muchachos de las escuelas públicas se ven obligados a retirarse de las aulas para dedicarse a algún trabajo y contribuir económicamente a la casa, los de colegios  permanecen “mentalmente distraídos”, aunque asisten.

“Muchas veces hay alguien allí, ocupando un asiento, pero desinteresado porque no sabe para qué está estudiando”, dijo.  Esto, agrega, se debe a que parte de esos jóvenes tienen  garantías económicas que resta interés a sus estudios.

Pero, para Yuli tanto la deserción escolar, que se observa mayormente en las escuelas públicas como el “absentismo mental”, más común en los colegios, suponen las mismas consecuencias peligrosas.

“Un niño de colegio difícilmente abandona los estudios porque los padres se acostumbran a llevarlos a los centros y comprarle sus libros, pero aún así eso no garantiza su desempeño y su interés”, comenta.

En las escuelas públicas, por el contrario, debido a la falta de educación de los padres, o por sus necesidades económicas, hay menos maneras de asegurar la asistencia de los alumnos.

La motivación

A juicio de Yuli la motivación es un factor fundamental para que el proceso  enseñanza-aprendizaje se desarrolle de manera eficaz. Opina que precisamente es una de las principales flaquezas del sector educativo oficial.

“Las escuelas se han convertido en una especie de factorías donde quien es profesor ya no es maestro y hay muy poca vocación, ese sentimiento está carente en la educación”, afirma.

Considera que la sociedad sólo cree que la educación es prioridad “de la boca para afuera” sin evidenciarlo en sus acciones. Sostuvo que  la población debe ser responsable de los resultados  educativos.

Por tal motivo, agrega, es importante que se desarrollen programas educativos para que los estudiantes entiendan desde el nivel básico el porqué y para qué estudian, y así trazarse metas a temprana edad.

Factores de causa

El mal estado físico de las escuelas, la falta de motivación de los padres, directores de centro y profesores y el poco interés de los alumnos son las grandes amenazas que atentan contra la asistencia regular a  escuelas y colegios, a juicio de Francisco Yuli, un profesor con más de 20 años de experiencia en la docencia.

La frase

Francisco Yuli

Las escuelas se han convertido en una especie de factorías donde quien es profesor ya no es maestro y hay muy poca vocación, ese sentimiento está carente en la educación dominicana”.

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