MADRID, España.- Hasta hace pocas décadas, la inmensa mayoría de los ciudadanos de la tierra no contaban con los recursos económicos suficientes para viajar fuera del lugar donde habitualmente residían, y las palabras “tour” y turismo eran prácticamente desconocidas, salvo para aquellos pocos privilegiados poseedores del dinero suficiente para visitar o vacacionar en países o lugares que deseaban conocer.
Con el transcurrir de los años, muchas naciones pobres, o que habían sufrido guerras, encontraron fuentes de riquezas diversas, y su gente elevó su estatus económico, de forma que empezaron a viajar forjando una industria llamada turismo generadora de grandes ingresos, de manera que muchos países le tienen como principal sostén económico. En la actualidad, el turismo se ha convertido en un fenómeno mundial, asequible a millones de personas de diferentes niveles sociales y económicos, pues el abanico de ofertas es muy extenso en gustos y también en bolsillos, y los turistas incluso se han convertido en verdaderas plagas que en algunos lugares ya comienzan a molestar, pues los habitantes observan sus ciudades, playas, montañas, invadidas por extranjeros que cambian de rostros y comportamientos, de un día para otro.
Como ejemplo podemos citar a los venecianos, quienes se sienten acorralados por los millones de visitantes que reciben anualmente, y con preocupación denuncian los grandes daños ocasionados por las multitudes a la bella Venecia, que no aguanta más.
Las consecuencias son negativas, pues ahora los venecianos no encuentran dónde vivir, pues las casas y apartamentos no son asequibles a ellos, solo a los bolsillos de los turistas que pueden pagar altas sumas de dinero por cualquier simple alojamiento. Esto prácticamente los ha forzado a desplazarse fuera de su ciudad natal. Asimismo, están los de Barcelona, que reciben unos 19 millones de turistas al año y ya no saben dónde meterse, pues España entera es una locura, casi 90 millones de visitantes repartidos por doquier, pero, todo está abarrotado, como la Costa del Sol, en Andalucía, con 30 millones de visitantes, donde ya son pocos los espacios. Hay varias ciudades donde viven, ingleses y alemanes, y Málaga, con su Costa del Sol y sus kilómetros de playas es la preferida de los árabes ricos. Ellos, provenientes de los países petroleros, son los principales compradores de viviendas de lujo. No cabe duda de que el turismo se ha extendido por doquier.