Dice la sabiduría popular que el dominicano deja todo para última hora…
El hábito de procrastinar parecería ser imperante en la vida de muchas personas, de ahí la importancia de aprender a priorizar las cosas pendientes para poder cumplir con las requerimientos importantes a tiempo.
Priorizar no es solo dar mayor importancia a las tareas, es una forma de organización y planificación.
Establecer prioridades le evitará pasar malos ratos, así como verse abrumado a la hora de tener que realizar varias tareas importantes al mismo tiempo.
“El cerebro humano es un engranaje que tiene como objetivo fundamental resolver problemas. Día tras día, de manera automática y casi sin ser consciente de ellos, vamos analizando, discriminando y categorizando nuestras necesidades y las demandas que recibimos del ambiente”, detalla Iris Bello Castillo, psicóloga clínica, jurídica y de la salud, quien añade que “respondemos a ellas buscando mantener el equilibrio entre lo que es mejor para nosotros y para los demás, buscando que se obtengan las menores consecuencias negativas posibles”.
Explica que el ser humano vive en un proceso de toma de decisiones continuo, donde se van eligiendo cuáles tareas hacer primero y cuáles postergar.
“En condiciones normales, donde no hay crisis aparente, donde nuestro entorno no nos exige más de lo que podemos ofrecer y todo está en relativa calma, realmente no hace falta hacer nada, el priorizar qué hacer surge solo”, asegura.
Sin embargo, hay momentos en la vida cuando se tienen metas, objetivos, tareas que aparentemente son igual de importantes y puede que sienta que no sabe por dónde empezar a resolver todos los pendientes; aquí generalmente se dan algunos escenarios:
-Puede que nos paralicemos sin saber qué hacer y no hagamos nada esperando que el tiempo ponga las cosas en su lugar.
-En algunas situaciones nos puede envolver un sentido de urgencia provocado por el mismo estrés y la necesidad y desesperación por resolver, que nos puede llevar a tomar decisiones de las que cuando regrese la calma y se pueda analizar objetivamente nos podamos arrepentir.
-Que hagamos una pausa y aprendamos a diferenciar entre lo que es urgente e importante. “Cuando tenemos estos conceptos claros, en esos momentos donde hay muchas cosas que hacer y supuestamente poco tiempo, priorizar resulta más fácil”, detalla la especialista de la conducta.
Ante estas posibles situaciones, la experta ofrece algunas técnicas para aprender a priorizar de una manera certera sin morir en el intento.
– Escribe todas tus tareas por hacer. Escribe todo lo que necesitas hacer ese día. No es necesario ordenar por prioridad aún. Sólo escríbelas de forma que tenga una lista visible en una hoja de papel (o de forma digital).
– Etiqueta qué es urgente y qué es importante. El siguiente paso es ver qué tareas requieren tu inmediata atención (qué es urgente). Puede que todo lo que hayas escrito sea importante, pero no todo será urgente.
– Sé flexible. Las circunstancias pueden cambiar. Siempre hay la posibilidad de que tus prioridades cambien durante el día debido a algo que no esperabas. Ser flexible y poder adaptarte a las situaciones son habilidades importantes que ayudarán a manejar estos cambios y poder solventar la situación, concluye Bello.