Willemstad, curazao
Curazao es una isla mágica llena de historia, alegría y color.
Al llegar, sus calles desoladas y sus montañas llenas de cactus pueden presagiar que será una estancia aburrida y sin nada que hacer: nada más lejos de la realidad. Al adentrarse a la ciudad, sus coloridas fachadas dejan con la boca abierta al más incrédulo. Los tonos pasteles que adornan sus casas y edificios parecen sacados de una postal.
Al llegar a su capital, Willemstad, centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad, la impresionante vista que ofrece resulta un verdadero premio.
Desde Otro Banda (al oeste) es posible vislumbrar las hermosas fachadas de Punda (este). Y si decide atravesar la ciudad, solo deberá caminar unos dos minutos por el puente flotante Queen Emma e inmediatamente estará al otro lado de la capital, donde se encuentran diversas tiendas de “souvenirs”, de marcas y hermosos parques.
Este destino se encuentra a una hora y 20 minutos de la República Dominicana, y aunque su lengua oficial es el papiamento, la barrera del idioma no será un problema en su visita a Curazao, debido a que la mayoría de los locales habla varios: inglés, holandés y español.
Sus hermosas playas de agua cristalina y fina arena son otro de los atractivos con el que cuenta esta isla de América del Sur. Sus playas se prestan además de un relajante baño, para hacer buceo, “snorkel”, kayak o recorridos en bote.
Este territorio autónomo del Reino de los Países Bajos, cuya superficie es de 444 kilómetros cuadrados, es diversa, variada y apetecible. Su gente es amable, su música alegre y sus paisajes hermosos. Su población está calculada en 160 000 personas (según el último censo) y convergen aquí cien nacionalidades. La moneda local es el florín, pero circula también el dólar estadounidense. El clima es tropical y oscila entre los 32 y 36 grados celsius.
En cuanto a alojamiento, ofrece una gran variedad de hoteles que invitan al descanso total. Entre las actividades a realizar está un recorrido en auto para conocer algunas de sus playas, como Mambo Beach, Kenepa Beach, Playa Porto Marie, Cas Abao Beach, Playa Kenepa Chiki, Playa Piskado, entre otras. Visitar Curazao es regresar enamorado de una apacible isla donde se encuentra mucho por hacer.