Salud Preventiva: Navidad sin comer de más

Salud Preventiva: Navidad sin comer de más

Doctora Nalini Campillo
Diabetóloga-nutrióloga Coordinadora de la Unidad de Prevención del Pie Diabético del Hospital General Plaza de la Salud (HGPS). Asesora en diabetes y nutrición.

La comida y la bebida suelen tener un papel protagónico en Navidad. Toda gira en torno a la mesa y a los diferentes platos que vamos a preparar.
Es la fecha del año cuando más se tiene acceso a una gran cantidad de alimentos, y debido al entorno, puede ser considerado como un gesto de familiaridad, razón por la que cuesta más decir que no a los platos que nos ofrecen. Si a esto le sumamos una cuota emocional y el estrés acumulado durante todo el año, el acto de comer tiende a transformarse en un explosivo impulso que luego nos dejará varias libras de más. En una sola comida navideña es posible consumir todas las calorías de un día completo, con varias comidas normales, es decir, más de 3000 calorías solamente en la cena de Navidad.
Te escribo algunos ejemplos: una rebanada de 100 g del fruit cake navideño tiene alrededor de 350 calorías, casi lo mismo que un ‘shot’ o vasito de 40 ml de ponche navideño ¡y aun no has empezado la cena! No querer aumentar de peso o hablar de dieta en Navidad no quiere decir que no puedas disfrutar de sus platillos favoritos, lo único es controlar las porciones y hacer una selección correcta de lo que vas a degustar.
Evita la creencia popular de no comer nada durante el día para comer de todo en la cena navideña. Evita ayunar todo el día. Esto solo te provocará un hambre excesiva y arrasarás con toda la comida en la noche.
Lo contrario, el exceso de alimentos desde horas tempranas y con diferentes grupos de personas, es un error aun peor. Desayunar con unos amigos en abundancia, porque es Navidad, almorzar también en abundancia con otro grupo, porque es Navidad y llegar a la cena… ¡a seguir comiendo en abundancia porque es Navidad!
Navidad no es comer, es compartir las experiencias de todo un año y la comida, pero con moderación.
Es mejor llegar a la cena con un apetito moderado. Si si sabes que en la noche vas a cometer un exceso, haz desayuno y almuerzo ligeros. Evita, además, consumir bebidas alcohólicas desde tempranas horas del día. Si deseas consumir alguna bebida con alcohol, déjalas para el momento de la cena, puede ligarla con bebidas sin calorías y consumir un vaso de agua entre cada una.
Construye tu plato con un poco de todos los platillos que te gusten más, pruebas un poco de cada uno y te satisface haberlos probado. Inclusive, puedes ofrecerte a llevar un plato sano para compartir con la familia, este sería un regalo diferente y das ejemplo de un estilo de vida diferente.
Busca sentarte al lado de personas que tiendan a ser saludables, no a los que más comen y beben, para que evites comer por ansiedad y en exceso. La mesura y el sentido común no sólo evitan los excesos al comer, sino que hacen disfrutar de la Navidad sin renunciar a los placeres.

 

LAS CLAVES
La gripe en Navidad
Es el regalo que nadie quiere y se recibe sin apenas darnos cuenta. Los procesos gripales son típicos durante estos días. Trata de abrir las ventanas y puertas todas las mañanas, ventila tu casa durante diez minutos diarios. Así se renueva el aire y si algún miembro de la familia está afectado es más fácil evitar el contagio. Es importante lavarse las manos con frecuencia, sobre todo tras viajar en transporte público.

En diciembre pasamos mucho tiempo sentados a la mesa y podemos confundir fácilmente nuestros platos y cubiertos. La realidad es que cualquier objeto que haya estado en contacto con la saliva de una persona infectada puede transmitir la enfermedad.

Protege tu nariz y boca con un pañuelo cuando entres en cualquier lugar donde estés frente a personas tosiendo y estornudando.

Los síntomas de la gripe se pueden aliviar utilizando antigripales y analgésicos que no necesiten de una prescripción médica, acompañados de zumo de frutas y una alimentación ligera y equilibrada.

 

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