Mejor reparto de la bonanza

Mejor  reparto    de la bonanza

República Dominicana cierra un gran año de crecimiento de la economía explicado punto por punto por el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu. Sus palabras de antier a la nación mueven a congratularse por el aporte del súper motor combinado de quienes generan bienes y servicios, con un aporte privado de un 87% al ascendente PBI, y los siempre activos consumidores que con lo intensa de la demanda auspician a los demás agentes económicos. La estabilidad financiera y la permanencia de otras condiciones favorables a la marcha de negocios, determinan significativamente que el país sea excepcional en su progresión. Pero no faltó esta vez, como en sus anteriores exposiciones de resultados, la recomendación de que el poder adquisitivo de los asalariados se corresponda con lo logrado.
Las canastas de precios superan por categoría la capacidad de compra de amplios sectores aunque haya crecido la clase media, un nivel social que supone algún ingreso adicional pero que no está libre de precariedades y presiones. Existe aguda desigualdad social, atestiguada por organismos multilaterales, y como bien se ha dicho «falta el boroneo» de los empleadores para reducir el desbalance. La relación entre el capital y el trabajo está perturbada por un Código Laboral anticuado y en desarmonía con el sistema de la Seguridad Social, lo que obliga a concebir y pactar reformas.

Poner orden en los  dominios

La Policía Nacional considera que los dueños de negocios en los que ocurren repetidos jolgorios a deshoras tienen que sumarse a los esfuerzos por reducir la violencia asociada a consumos que derivan en riñas, heridos y hasta muertos. Están en el deber de exigir respeto y orden a los parroquianos, vista la frecuencia con que algunos establecimientos se convierten en focos de perturbaciones que violan la ley.
Quienes se arriesgan a regentar negocios de esa índole deben proteger la razón social que los ocupa de cara a las autoridades y a su propia clientela. La Policía les reclama velar por el orden en los espacios que solo a ellos pertenecen aunque la función policial no debe faltar en ningún caso en que se pida tempranamente la presencia de agentes para evitar cosas peores cuando el alcohol calienta los ambientes.

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