BCE no retocaría su política todavía, dados los riesgos

BCE no retocaría su política todavía, dados los riesgos

El Banco Central Europeo (BCE) debería esperar hasta la primavera boreal para modificar su política y mantener abiertas todas las opciones ante la debilidad económica y la fragilidad de la perspectiva internacional, según un miembro de su Consejo de Gobierno, François Villeroy de Galhau.

En un discurso pronunciado el día en que Francia se convirtió en otra economía de gran tamaño que informa datos inesperadamente débiles, el presidente del banco central francés dijo que las perspectivas para la eurozona siguen siendo “favorables” y que una desaceleración no constituye una depresión. No obstante, señaló muchos riesgos que volvieron “pesada” la decisión del BCE de detener su programa de compra de bonos, tomada en diciembre, y no ve necesidad de apurarse para aplicar más medidas.

“No necesitamos dar nuevas indicaciones sobre el cronograma o el tamaño hasta la primavera, cuando refinaremos la secuencia, dependiendo de los datos económicos”, dijo Villeroy. “Ante la incertidumbre, debemos mantener abiertas nuestras opciones. Somos predecibles, pero no hay necesidad de comprometerse de antemano”.

Villeroy no quiso especificar en cuál reunión cree que el BCE debería refinar el mensaje de sus políticas. La institución organizará su primera reunión del año el 24 de enero y a partir de ahí celebrará una cada más o menos seis semanas. Hay decisiones programadas para marzo, abril y junio.

Los inversores están ansiosos por recibir pistas de cuándo comenzará el BCE a subir las tasas de interés. Actualmente, las autoridades prometen mantener los costos del crédito a récords negativos “por lo menos hasta el verano” de este año. Los economistas anticipan un aumento a fines de 2019, y los mercados no contabilizan uno en sus precios hasta 2020.

Villeroy dijo que es “deseable” normalizar la política monetaria, pero que eso debería hacerse “gradualmente”. El banco central también mantiene su política flexible con tres herramientas no convencionales: préstamos de largo plazo a bancos, orientaciones a futuro y flexibilización cuantitativa.

“Hoy contamos con tres instrumentos poderosos que tocaremos en armonía”, dijo. “No tendremos que usarlos todos, pero me parece sabio tenerlos a mano”, expresó.

Las economías más grandes de la eurozona están sufriendo. Alemania e Italia corren peligro de caer en una recesión técnica y, el jueves, Francia informó una caída inesperada de la producción industrial. El mes pasado, la actividad del sector privado en la eurozona, de 19 países, fue la más débil desde 2014, y la inflación sigue sin alcanzar la meta del BCE.

Villeroy dijo que la estabilidad de precios seguirá siendo la “brújula” del BCE y la inflación subyacente, que no cuenta elementos volátiles como la energía y los alimentos, es fundamental. Los aumentos salariales todavía no han generado presiones sobre los precios, agregó.

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