Bajo el predicamento de que la vida no es solo un espacio temporal, sino un ciclo que conforman muchos contenidos, el ensayista y académico Daniel Beltré López, dio a conocer el pasado domingo la obra “No es un soplo la vida”, donde diversas personalidades de la política, intelectuales y amantes de la poesía se dieron cita.
“Lo que hacemos aquí no solo es una apuesta por la lengua; escrituralmente no se protege la lengua pero se promociona y una puesta lógicamente por la supervivencia del hombre”, explicó el escritor respecto a esta obra literaria.
Dijo además que el libro es un testimonio vivo de las esperanzas, de las oraciones, las blasfemias; elementos a través de los cuales se construye un canto con el propósito de rendir homenaje a la existencia.
Sobre el título dado al libro, Beltré López explicó que surge debido a que todo el mundo ha creído que la vida es muy corta, lo cual no se corresponde con el concepto que él tiene de la misma. “Yo creo en una esperanza más larga; el contenido que se le da a la existencia, en definitiva, debe ser tomado en cuanto a la hora de calcular si el espacio temporal, ha sido largo o corto”, expresó.
Para Beltré López, en estos días el ensanchamiento de los horizontes científicos ha permitido que la esperanza de vida crezca a nivel mundial. “Eso se ha vuelto indetenible y se volverá indetenible en la medida que se descodifique el genoma humano” dijo.
En la puesta en circulación de la obra “No es un soplo la vida”, participaron el abogado y ensayista Antoliano Peralta; el premio nacional de literatura, Avelino Stanley; el crítico de arte Amable López y el linguista Ramón Constanza.
Otros que también tomaron parte en el acto, realizando la lectura finita, fueron Rafael Peralta Romero, Basilio Belliard, Miguel Solano, Juan Freddy Armando y Linda Castillo.
Presentación de la obra
El profesor Ramón Constanza, reputado lingüista, en la presentación del libro calificó a Beltré López como “un poeta con todas las de la ley”. Dijo que Beltré posee una habilidad luego de hurgar en su memoria sus impresiones, visiones y recuerdos, se las comunica al lector con ingenio, encanto y con lirismo. “Cada uno de sus versos es una masa informe de piedra, que cobra vida con el trabajo del cincel de la palabra que le da forma”, expresó Constanza.