Armas de Argentina para evitar nueva tormenta

Armas de Argentina para evitar  nueva tormenta

Argentina vivió una verdadera tormenta en 2018, con la economía en recesión, la moneda con peor desempeño del mundo y el rescate del Fondo Monetario Internacional.
En este año de elecciones presidenciales, clave para el futuro del país, el Gobierno y el Banco Central ya se arman para defender la paz cambiaria que se observa desde octubre.

“La elección es la principal fuente de riesgo para la Argentina este año”, advierte Pilar Tavella, economista para Argentina de Barclays.
El desafío del Gobierno es, de ahora en más, perpetuar la calma ante cualquier turbulencia que pueda comprometer los chances de Mauricio Macri de ser reelecto.
En Argentina, en años de contiendas presidenciales, los ahorristas y las empresas suelen protegerse del riesgo político con compras de dólares, que conllevan presiones devaluatorias sobre el peso.

En junio se espera que la senadora nacional Cristina Fernández de Kirchner anuncie si se postulará como precandidata presidencial.

1. Alta tasa de interés real. El Banco Central mantiene desde octubre un estricto control de la cantidad de dinero que circula en la economía, provocando una suba inédita de las tasas en pesos. La idea es desplazar al dólar de las preferencias de los inversores, al incentivar el posicionamiento en activos en moneda local. Los instrumentos de Argentina pagan 30 puntos porcentuales por encima de la inflación esperada.
“Es una tasa de interés real en pesos que está en máximos en términos históricos y que permite estabilizar el mercado cambiario”, dice el economista del banco brasileño en Argentina, Juan Carlos Barboza. La tasa de interés nominal ya cayó casi 16 puntos porcentuales desde máximos del 8 de octubre, hasta 57,6%, pero mantiene su valor en términos reales ante el descenso de la inflación.

2. Peso “ultracompetitivo”. El peso es casi un 50% más débil de lo que era hace un año, permitiéndole a Argentina revertir flujos de salida de divisas adversos a su economía. La mejora se percibe ante todo en la demanda de dólares de ahorristas y en la balanza comercial. La diferencia entre las compras y las ventas de dólares para ahorro de los argentinos se achicó en noviembre 2018 hasta US$107 millones, desde US$2.441 millones un año atrás. En ese lapso, el saldo comercial de bienes y servicios pasó a ser positivo en US$979 millones frente a un saldo negativo de US$ 1.494 millones.

3. Municiones futuras. El Banco Central desarmó toda la posición que tenía abierta en futuros de dólar en el mercado a fines de 2018, desde los casi US$3.600 millones que tenía el 28 de septiembre. A partir de esto, el presidente del organismo, Guido Sandleris, podría vender dólares y construir una posición para disuadir las corridas contra el peso.
Jugador clave
El Tesoro será en 2019 un jugador clave en el mercado argentino, que ayudará a generar la oferta necesaria de dólares para abastecer la demanda de ahorristas y empresas que pueda surgir en los meses previos a las elecciones de octubre. El secretario de Finanzas, Santiago Bausili, dijo en entrevista con Bloomberg News la semana pasada que el Tesoro tendrá excedente de dólares este año que cambiará por pesos.

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