Con motivo de celebrarse ayer el Día de la Virgen de la Altagracia, cientos de feligreses católicos marcharon ayer por las calles de la Ciudad Colonial, en la Capital, para rendir honor y veneración a la que consideran patrona y protectora de los dominicanos.
La procesión, encabezada por el Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta, inició a las 5:00 tarde desde la Catedral Primada de América y recorrió las calles, Meriño, Padre Billini, Palo Hincado y Las Mercedes, concluyendo con una misa en la iglesia La Altagracia del mismo lugar.
Previo a iniciar la procesión, monseñor Ozoria Acosta elevó un clamor a la Virgen de la Altagracia por los problemas del país y por sus necesidades y carencias. “Este es un país que ama a la Virgen, por lo que sabemos que en estos momentos de dificultad ella nos amparará y protegerá”, expresó el líder católico.
Los fieles que acudieron a la marcha elevaron plegarias a María y cantaron himnos y cánticos de alabanzas a ritmo de los tambores y trombones de una banda musical, que les acompañó durante el trayecto.
Imitar a María. Luego de terminada la caminata, que duró alrededor de una hora, Ozoria Acosta ofreció una homilía, en la que destacó las virtudes de María y llamó a los creyentes a imitar su carácter.
Destacó que ella fue una mujer dispuesta a cumplir con la voluntad de Dios, lo que manifestó al aceptar ser la madre del Señor Jesucristo. Ese sí de María, agregó, es el que hace posible que llegue la salvación a los hombres.
El arzobispo exhortó a los feligreses para que así como ella fue una mujer de fe, que aceptó la voluntad de Dios, aunque no la entendió del todo, que sean hombres y mujeres dispuestos a seguir los caminos del Divino Padre y a ser instrumentos de su salvación.
Manifestó que los discípulos del Señor están llamados a continuar esa obra de redención.
Prioridad con jóvenes. Por otro lado, Francisco Ozoria Acosta reiteró el compromiso de la Iglesia, hecho a través de la Carta Pastoral de los obispos de escuchar y acompañar a los jóvenes, a los que tiene como su principal prioridad.
Señaló que aunque están satisfechos con el trabajo que durante años ha realizado la Pastoral Juvenil, todavía falta mucho por hacer. “Es necesario animar a los jóvenes, porque son parte esencial y la fuerza renovadora de la iglesia para la misión que Dios le ha encomendado”, expresó.
Deploró que en muchas iglesias no incluyan a los jóvenes en sus actividades, lo que les obstaculiza para su desarrollo espiritual y sus dotes de liderazgo.
Indicó que en una sociedad tan carente de líderes políticos y sociales es fundamental y necesario abrir espacios para segmentos de la población.
1. Hacer voluntad de Dios
Monseñor Francisco Ozoria Acosta dijo que María fue una mujer dispuesta a cumplir con la voluntad de Dios y llamó a los feligreses a imitar su carácter y disponibilidad.
2. Animar a los jóvenes
El líder católico dijo que es necesario animar a los jóvenes, porque son parte esencial y la fuerza renovadora de la iglesia para la misión que Dios le ha encomendado.