Washington.- El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, aseguró este viernes que “trabajará” con México y Uruguay, dos países que han abogado por el diálogo en la crisis venezolana, para que reconozcan al opositor Juan Guaidó como el presidente “legítimo” de Venezuela.
“Pensamos que todos los países deben tomar pasos para lograr eso y no apoyar a esta cruel dictadura que ha causado tanta devastación para el pueblo de Venezuela”, afirmó Pompeo en una rueda de prensa en el Departamento de Estado al ser preguntado sobre la neutralidad de México y Uruguay.
“Creemos -añadió- que cada país debe reconocer la Constitución venezolana y las peticiones del pueblo venezolano, ya sea México, Uruguay o cualquier otros país. Esperamos trabajar con ellos para conseguir el acuerdo de que, en última instancia, haya unas elecciones libres y justas en Venezuela».
Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), se declaró este miércoles presidente interino de Venezuela al considerar ilegítima la toma de posesión del mandatario, Nicolás Maduro, el pasado 10 de enero como fruto de las elecciones de mayo, cuestionadas por la comunidad internacional.
El opositor ha logrado el reconocimiento como presidente de buena parte de los países del continente americano, aunque Rusia, China, Bolivia, Cuba y Nicaragua siguen respaldando a Maduro y otros Estados, como México y Uruguay, han optado por una posición de neutralidad y han instado al diálogo.
Ante la prensa, Pompeo también anunció que la política del Departamento de Estado de EE.UU. hacia Venezuela estará dirigida por Elliot Abrams, un diplomático retirado que ayudó a diseñar la política exterior de los expresidentes republicanos Ronald Reagan (1981-1989) y George W. Bush (2001-2009).
Abrams, a partir de ahora el enviado especial de EE.UU. para Venezuela, se dirigió brevemente a los periodistas desde el podio de la sala de prensa del Departamento de Estado. “Dejé este edificio hace 30 años esta semana, esa fue la última vez que trabajé aquí. Así que es muy agradable estar de vuelta.
Esta crisis en Venezuela es profunda, difícil y peligrosa. Vamos a ponernos a trabajar sobre ello”, afirmó brevemente Abrams, de 71 años y militante del Partido Republicano. Pompeo dejó abierta la posibilidad de que Abrams viaje a Latinoamérica, pero no detalló qué países podría visitar ni cuándo se produciría ese viaje.
En respuesta a las acciones de EE.UU., Maduro anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas con Washington y ordenó expulsar a todo el personal de la embajada estadounidense en Caracas.
El Departamento de Estado respondió diciendo que mantendrá a su personal esencial en Venezuela porque no reconoce la legitimidad de Maduro y, además, hoy Pompeo avisó de que su Gobierno espera que sus “derechos” como diplomáticos sean respetados, puesto que están allí por invitación del “legítimo” gobernante.