Feminicidio de Ana Pimentel deja cuatro niños en orfandad

Feminicidio de Ana  Pimentel  deja cuatro niños en  orfandad

El llanto y el dolor se intensificaron en todo el callejón Respaldo 11 del sector 27 de Febrero, cuando el féretro con el cuerpo sin vida de Ana Isaura Pimentel, asesinada por su ex pareja en el parqueo de Caribe Tours, fue visto acercarse para ser velado por sus familiares.
La pequeña casa marcada con el número 18, del referido callejón ubicado entre las calles Héctor J. Díaz y Gregorio García, no tenía espacio para más muestras de tristeza.
Entre los lamentos se distinguió el de Carmen Idelsa, una tía de la occisa, quien no cesaba de exclamar “Dios mío no tengo fuerzas!”, “Una novela con un fin triste!”, “Francis me le cortaste las alas!”, “Tanto sueños por echar pa’lante!”; los vecinos intentando dar consuelo, guardaban silencio, mientras acariciaban su cabeza, buscando calmarla.
Ana Isaura Pimentel, una joven emprendedora proveniente de las entrañas de la empobrecida barriada del 27 de Febrero, había procreado 4 hijos (2 varones y 2 hembras de 15, 8, 5, y 4 años de edad) con Francisco José Estrella, el asesino suicida, de quien llevaba un año separada porque este era un jugador compulsivo, que había derrochado más de 3 millones de pesos que eran los ahorros familiares.
Según explica Ismael Pimentel, hermano de la víctima, “Franklin” les había avisado que la mataría si no estaba con él. “Yo le dije: Franklin, pero si ya ella no quiere estar con usted, deje esa mujer y búsquese otra; y el me dijo: No Ismael, yo me siento bien na’ma’ matandola”. Indica que ante tal confesión, se lo advirtió a toda la familia.
Cuentan que Ana Isaura decidió seguir su vida e iniciar una relación con Robinson de los Santos, junto al cual puso un colmado en Verón, Punta Cana.
De su lado, Robinson de los Santos aseguró que nunca tuvo conocimientos de que Franklin la amenazara, y que en una ocasión que hablaron, él le dijo que “ella era una buena mujer”.
Explicó que respetaba el hecho de que era el padre de los hijos de Ana Isaura.
Devastada y con un intenso dolor, aunque calmada, estaba Justina Girón Olivero, madre de la joven muerta, quien la describió como “una mujer que le gustaba luchar, trabajar, hacer negocios” y que en lo adelante tendrá que lidiar con el choque emocional de sus nietos.
El cadáver de Ana Isaura fue enterrado en el día de ayer en el Cementerio Cristo Salvador.

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