Técnica.   Es un ejercicio artesanal exquisito   usado por grandes firmas  desde finales de los años 70. En la República Dominicana la diseñadora Marisol Henríquez lo realiza desde hace 25 años

El ‘intrecciato’, o trenzado, es utilizado por la casa de moda Bottega Veneta desde 1970. Por un tiempo lo olvidó y el 2001 lo rescató Tomás Maier en bolsos en de piel. Dior y Gucci también han aplicado esta técnica en la elaboración de carteras y zapatos.
En el país esta artesanía aplicada a los textiles -y también a la piel- bajo el nombre de “tejamaní”, es conocida gracias a la diseñadora Marisol Henríquez, quien lleva 25 años usando está artesanía.
Henríquez cuenta que para desarrollar lo que hoy es el sello distintivo de su marca “Marysun”, se inspiró en las casitas de madera techadas con cana de los campesinos del sur.
“Gracias al tejamaní he logrado darle elegancia y libertad a mi trabajo. Con este entrelazado evoco la dominicanidad”, dice.
Desde 1989, Henríquez ha demostrado en sus colecciones que la artesanía puede adquirir tanto protagonismo como la misma marca.
Desde su aparición en la escena de la moda el trenzado sigue siendo un ejercicio artesanal, hecho totalmente a mano, confirma la diseñadora.