La población dominicana sufre con frecuencia enfermedades producidas por virus gripales, parásitos intestinales o picaduras de mosquitos que alteran la salud y la vida cotidiana de un alto número de personas de la población tanto adulta como infantil.
Caer en las garras de estos virus, epidemias, se ha convertido en el pan nuestro de cada día. Son pocos los hogares donde no exista un afectado que haya necesitado servicios de urgencias de hospitalización por mostrar síntomas diversos de afecciones que han existido siempre, sí, pero no de manera constante, como viene ocurriendo.
Los tormentosos virus gripales, los peligrosos brotes de dengue, la terrible chikungunya, el zica, la parasitosis intestinal, son problemas de salud de los que se habla a diario. Las quejas se escuchan por doquier, no importa la clase social, ricos o pobres, todos sufrimos los padecimientos de los vómitos, diarrea, dolores estomacales o torturas que afectan las articulaciones, añadidas con altas fiebres y dolores de cabeza que hacen enloquecer a cualquier humano.
Las bajas en los puestos de trabajo y en los colegios debido a estas enfermedades son notorias. Y algunas pueden llegar a ser mortales, como el dengue, que en la última década ha matado a decenas de niños y adultos, o las afecciones del pulmón y bronquios. Una simple gripe mal tratada puede convertirse en una bronquitis, neumonía de curación delicada.
La gente tiene terror a estas enfermedades y tienen la percepción de que las medidas sanitarias que se llevan a cabo no son suficientes para rebajar las incidencias, pues cada día, nuestro país, tiene más personas migrantes que viven hacinadas en lugares insalubres, muy pobres, muchos de ellos con escasas costumbres higiénicas, defecando u orinando en cualquier lugar. Lo peor de todo es que estas personas trabajan manipulando alimentos, vendiendo frutas, vegetales, comestibles que son fuentes de gérmenes y bacterias.
Nuestro país ha estado en varias ocasiones en alerta por epidemias de cólera, somos vulnerables a esta enfermedad de padecimientos gastrointestinales. Es de suma importancia llevar a cabo las precauciones necesarias, como lavarse las manos luego de hacer necesidades fisiológicas, lo mismo antes de cocinar, igual tratamiento con las frutas y verduras, lavarlas bien con vinagre blanco o cloro, sobre todo las comidas crudas. Cuando se come fuera del hogar es preferible no consumir ensaladas.
El agua de consumo debe ser segura.