Reverendo ve insulto a evangélicos medidas del MEPyM contra entidades 

Reverendo ve insulto a evangélicos medidas del MEPyM contra entidades 

El presidente del Ministerio Jesús es Sanidad y Vida Eterna, Inc., reverendo Domingo Paulino Moya, calificó hoy como insulto al pastorado evangélico y al sentido común del pueblo dominicano, que el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) haya escogido a las entidades humanitarias y pastorales del país como «chivo expiatorio» para comenzar a regular y combatir la corrupción en el manejo de los fondos públicos.

Paulino Moya declaró que al acudir a un encuentro ayer martes con los funcionarios del MEPYD y mostrar pruebas fehacientes de que su entidad no es una organización fantasma, como han querido llamarla, no recibió el mínimo respeto ni disculpa pese a que presentó todos los recibos de acuse del depósito correspondiente al año fiscal 2018 por ante la Cámara de Cuenta, gráficos que muestran los locales donde operan las oficinas de la entidad y otros documentos.

«No recibí ni siquiera una disculpa de los funcionarios MEPyD como un reparo al atropello a mi moral pastoral y a la dignidad evangélica, causado por la difamación e injuria de la que he sido víctima por parte de la institución, al tildar la entidad como fantasma».

Señaló que las «migajas» que reciben las iglesias evangélica del fisco nacional, de los que son contribuyentes ciudadano no católicos del país ,es parte de una persecución económica y de discriminación del Gobierno por diferencia de ideas religiosa y política.

«No conforme con esta retaliación, ahora el Gobierno decide escoger a los evangélicos y sus instituciones de bien común como chivo expiatorio, para comenzar a perseguir la corrupción administrativa», refirió el religioso tras indicar esa acción como un insulto a Dios y al buen juicio de la sociedad dominicana, que conoce muy bien cuáles son las entidades religiosas y públicas que hay que solicitarle que rindan cuentas, como lo hace con las instituciones protestantes del país.

Huelga de hambre. Declaró que la lucha que iniciará en la semana que entra incluye la realización de una «huelga de hambre» indefinida, no para que se repongan los fondos a su entidad de bien común, sino que «forzado por una persecución anti cristiana, imprudente e injustificada, reclamará respeto a sus legados cívicos, políticos y humanitarios».

«Estos legados de más de 20 años de servicios ya no son de mi propiedad, sino una herencia construida con enorme sacrificio que servirá de motivación a las presentes y futuras generaciones a practicar el bien común y la defensa de la justicia».

Dijo que Celeste Silié de Castellanos, directora de las Asociaciones Sin Fines de Lucro (ASFL) del MEPyD no tiene la prudencia requerida para ocupar unas funciones que, a su entender, requieren tomar decisiones cuidadosas prudente e imparcial, y no aquellas que expresan «rechazo y odio» como a su parecer ha manifestado la funcionaria en perjuicio de las organizaciones de fe evangélica.

Paulino Moya sostuvo que el presidente de la República, Danilo Medina, tiene la mejor oportunidad para desligarse de esas acciones en contra de la figura cívica humanitaria y política como la que representa, y a favor de la cual el electorado evangélico y del país siente confianza y aprecio.

«Con toda humidad puedo decir que he sido pionero en la lucha de reclamos de igualdad religiosa en la República Dominicana, su valores divinos, por lo que la prudencia aconseja que el primer mandatario de la nación ordene a los funcionario involucrados en este mal que hagan los reparos morales a los valores cristianos de eternidad».

Puntualizó que la lucha que iniciará «forzado por las desconsideraciones de funcionarios del Gobierno a su reputación personal, al declarar que el Ministerio Jesús es Sanidad y Vida Eterna es una entidad fantasma», será larga y duradera.

Agregó que el avance de su lucha por la comunidad evangélica y protestante tendrá como fundamento visibilizar la manera en que esa comunidad ha sido lacerada de manera injusta por servidores públicos con mentes perturbadas, haciendo uso del discrimen religioso al toman decisiones de poder si contemplar que con la misma agreden hombres que con sus acciones ciudadanas han convertido en representantes genuinos de Dios.