La vigencia del latín : Algunas precisiones

La vigencia del latín : Algunas precisiones

A la frecuente y válida expresión de que el latín es una lengua muerta, es menester hacerle un reparo, un reparo que conduce a una paradoja: es una lengua muerta, pero… “de uso universal”. Y así es. Una lengua es muerta cuando no tiene apoyo oral, y el latín no se habla formalmente en ningún país, pero tiene una presencia y un uso global.
¿Dónde radica o se percibe esa presencia, esa universalidad?
1. El español, el segundo idioma más hablado en el mundo, suele recurrir al latín para la formación de palabras nuevas.
2. El latín está presente significativamente en lenguas germánicas como el alemán y el inglés.
3. Es lengua oficial de la Santa Sede (El Estado Vaticano). Aunque no se habla allí, es lengua litúrgica (usada para determinados ritos) y en él se redactan los documentos pontificios, sirviendo para la preservación doctrinal. El Vaticano promueve esa lengua clásica a través de libros, certámenes, ferias, cursos, etc.
4. El latín ha sido adoptado por la ciencia como lengua universal para determinadas disciplinas: zoología, biología, botánica, química, astronomía…
5. La cotidianidad nos muestra la frecuencia con que solemos decir que ésta o aquella palabra, que significa tal cosa, procede del latín. El análisis etimológico se convierte tanto en un recurso notablemente valioso para la comprensión del significado de un vocablo como para la obtención de una escritura racional.
6. En el plano curricular académico la enseñanza del latín es global. En la actualidad, no sólo se enseña en seminarios o centros de formación sacerdotal, sino en universidades. O existe una asignatura denominada “Latín” u otra nombrada “Raíces latinas” o “Etimologías latinas”.
7. Al margen de todo lo anterior, existe aquí, allá y acullá, desde siglos y no se sabe hasta cuándo, un uso de expresiones y términos latinos puros que se han adherido al habla cotidiana popular y profesional como elementos propios, comunes, prácticamente ineludibles.
Independientemente de la posición que se asuma frente al latín, ha de reconocerse la validez incontrastable de esta lengua para conocer mejor nuestro idioma español. Entiendo que un curso de latín equivale a un curso superior de lengua española.
Cuando se alude al carácter formativo que el latín proporciona a través de su estudio, la justificación radica en la gimnasia intelectual que hay que desarrollar en la traducción; es un trabajo arquitectónico parecido al movimiento del caballo en el juego de ajedrez o un trabajo matemático entre llaves, paréntesis y corchetes, donde cada frase se vuelve un problema a resolver, por lo que desarrolla en la persona gran capacidad de organización y de concentración. La traducción latina es un trabajo de ensamblaje.

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