Peso del petróleo en la economía México es menor que hace años

Peso del petróleo en la   economía México es menor que hace años

México llegó en la segunda década del siglo XX a convertirse en una de las potencias mundiales de producción de petróleo.
Aunque esta actividad creció en el país desde el régimen de Porfirio Díaz, en realidad tuvo su auge en la década de la Revolución Mexicana.

Mientras el país era devastado por una guerra civil que dejó un millón de muertos, las zonas petroleras, resguardadas por ejércitos privados de las compañías extranjeras, prosperaban.

En 1921, se llegó al punto más elevado cuando se produjo un promedio de 530 mil barriles por día.

En 1923, ya existían en el país 14 refinerías, incluyendo una con capacidad de procesar más de 120 mil barriles diarios en Veracruz, propiedad de la empresa La Huasteca Petroleum Co.

Solo como referencia, la producción de petróleo únicamente pudo rebasar el nivel registrado en 1921 hasta 1974, 53 años después… y ya no hubo otro momento en el que tuviéramos 14 refinerías en el país.

Aunque se ha creado la imagen de que México ha sido históricamente un país petrolero, la realidad es que el periodo en el que fue un importante productor es relativamente breve.

En el año previo a la expropiación petrolera, realizada por Lázaro Cárdenas en 1938, la producción promedio fue de 128 mil barriles por día, apenas una cuarta parte de lo que se llegó a producir 17 años antes.

La empresa estatal, Petróleos de México, creada en 1937, luego convertida en Petróleos Mexicanos (Pemex), llegó a rebasar el millón de barriles diarios en promedio hasta 1979.

En 1940, apenas dos años después de la expropiación, se puso en operación la refinería de Poza Rica, Veracruz, con una limitada capacidad para procesar apenas 5 mil barriles diarios.

Durante las primeras décadas de la existencia de Pemex, el país se configuró paulatinamente como un mediano productor de petróleo, con una capacidad de refinación igualmente mediana para una economía pequeña en proceso de urbanización e industrialización.

La relevancia del petróleo en la economía mexicana era más bien mítica, pues en la memoria colectiva quedó como hito de la historia la expropiación de 1938.

El gran cambio en la historia petrolera del país ocurrió en la década de los setenta, cuando se presentó el descubrimiento de los yacimientos de Cantarell.

La leyenda dice que un pescador de Campeche, Rudescindo Cantarell, en una de sus expediciones detectó aceite en la superficie del mar y fue a dar aviso a la autoridad.

El éxito en la exploración del lugar condujo eventualmente a que la zona fuera bautizada con el apellido del pescador y se configurara el más grande bloque de producción petrolera de la historia del país.

Fue hasta 1976 cuando se confirmó la dimensión de los yacimientos y comenzó la producción con el pozo Chac 1.

El petróleo fue muy relevante para la economía mexicana por poco más de tres décadas, entre 1979 y 2015, pero su lugar en la historia es mucho más duradero.

Para el gobierno de Andrés López Obrador, el tema petrolero es emblemático y pareciera un sector que tiene un peso en la economía mucho mayor del que le corresponde en la realidad.

La creencia de que debe haber una empresa estatal que controle y domine este sector conduce a AMLO a estar incómodo con los reguladores, que fueron creados para construir un mercado que no existía.
Peso del crudo
El peso de la industria petrolera en el PIB hoy es de alrededor de 4 por ciento y no podrá ser mucho mayor en el futuro. Lo crucial para los resultados de la estrategia de desarrollo no será lo que se haga con Pemex y con el petróleo. La clave será lo que suceda con la industria manufacturera y los servicios de alto valor agregado, que por lo pronto no están en el radar principal del presidente de la República. Eso es algo que algunos, paradójicamente, ven como un hecho positivo.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas