En el escenario comercial y tecnológico global uno de los temas que más atención capta es la campaña norteamericana contra la empresa china Huawei. En la médula del problema está la acusación de que la tecnología 5G de la que esa corporación china parece ser la líder presentaría “amenazas” de seguridad para las compañías que usen sus servicios e infraestructura. Con independencia de la objetividad en que se basen las imputaciones para el mundo es evidente que hay más problemas de competencia de negocios que otra cosa. No es solo el potencial de esa empresa china, como también de la ZTE y otras, sino el claro derrotero del gobierno chino –Made in China 2025 – con que se ha propuesto alcanzar el clímax de la tecnología planetaria en 6 años. El caso es que en el reino del capitalismo donde siempre se ha situado la competencia como el motor lógico e insustituible para dominar el mercado ahora se recurren a trabas políticas y burocráticas para frenar la competencia. El propio Trump reconocía que EEUU debía poner sus fuerzas en la competencia. Nunca medidas extraeconómicas han podido bloquear el avance e innovación empresarial. El mercado y la tecnología no lo frena nadie. El presidente de Huawei señalaba que el bloquear la tecnología 5G de su compañía solo tendrá como efecto demorar su entrada y afirmaba que el «mundo no nos puede dejar, porque somos más avanzados».
¿Cuál es el problema con Huawei?
Es la empresa que representa la corona del reino tecnológico chino. Vayamos “aclarando el panorama” como dice Arjona. Huawei solo es superada por Samsung en ventas de móviles en el mundo; sus soluciones 5G en desarrollo son “5 veces más rápidas” que las promovidas por EEUU; en 2018 invirtió más de 15 mil millones de euros en investigación solo superada por Amazon y Alphabet; desde 2015 constituye la empresa de equipos de telecomunicaciones más grande del mundo; en 2017 desplazó a Ericsson como líder en equipos de infraestructura móvil con una cuota de mercado del 28% en tanto ZTE domina otro 13% – juntas un 41% -; en Latinoamérica, Asia, Medio Oriente y, por supuesto, en China domina las ventas; de un ingreso de 21 mil millones en 2009 ha pasado en 2017 a 90 mil millones de dólares. El presidente de la compañía afirma que Huawei es la única empresa del mundo que puede desplegar 5G a gran escala.
El gran argumento estadounidense es que Huawei representa un peligro de seguridad para el país y sus aliados pero todavía sin presentar pruebas como no sea que el fundador de la compañía hace 30 años había sido militar y es miembro del Partido Comunista. Los aliados del conglomerado de inteligencia de los “Cinco Ojos” le están haciendo caso pero Alemania y Francia han dicho que no ven amenazas. Tengo que seguir “aclarando el panorama” porque hasta ahora todo parece insertarse más en el proverbio chino que reza “matar a la gallina para asustar a los monos”.