“Sectores rechazan trato Procurador a magistrada Miriam Germán en el CNM”/ “Evaluación jueces se torna personal y política”/ “Procurador ataca a Miriam Germán durante evaluación”/ “La jueza Miriam Germán fue sometida a espionaje”/ “Abogados, políticos y la Finjus reprochan al Procurador”/ “Miriam Germán otra vez zarandeada”. Si el tratamiento que dieron los periódicos al episodio no convenció al Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, de que fue un error de fondo y de forma cuestionar la integridad personal y profesional de la jueza Miriam Germán debería echarle un vistazo a las redes sociales, donde las críticas a su interrogatorio y las peticiones de su destitución son tan abundantes como destempladas. Ese “error”, que según el abogado y comentarista Ricardo Nieves violó el reglamento del Consejo Nacional de la Magistratura, ha empañado el inicio del proceso de evaluación de los actuales jueces de la Suprema Corte. También ha convertido en víctima a una mujer a la que todo el mundo, fuera y dentro del ámbito jurídico, ha salido a defender, lo que debe hacerla sentir orgullosa. La vida debe proseguir su agitado curso, como decía Rodriguito, y lo mismo debe pasar con las evaluaciones al desempeño de los jueces, pero lo que acaba de ocurrir encierra algunas lecciones que los que controlan los hilos del CNM deberían aprovechar para no volver a cometer, en lo sucesivo, errores tan costosos. Porque quien quiso agraviar, en este caso el Procurador General de la República, ha resultado ser el gran perdedor de la jornada, creando de paso las condiciones para que sea la opinión pública la que decida la ratificación de la doctora Miriam Germán en la Suprema Corte de Justicia.