Barricadas: 1936 = 2019

Barricadas: 1936 = 2019

1. Cuando el corazón entra en crisis y las lágrimas no responden las interrogantes sobre el ya viejo destino de nuestras preocupaciones esenciales, hay que abandonar la isla, el mar bloquea la visión.
2. Y, hay que irse al Sur, atravesar Los Andes, y en un solitario y sobrio panteón, donde reposa el poeta chileno Vicente Huidobro, en una Cartagena frente al Pacífico, reencontrar el Norte, retomar su barricada:
3. “Declaramos la guerra a todas las formas momificadas en el fondo de una sociedad agónica y que trata en vano de seguir imponiéndonos sus cánones y modelos.
4. Proclamamos un arte y una literatura en constante devenir. Atada a su tiempo por los lazos que crea el vivir en medio de los problemas de su época y sintiéndola hondamente. No aceptamos ninguna imposición de límites pre establecidos, ninguna traba al impulso creador.
5. Proclamamos la cultura del hombre total o sea la cultura universal, sin trabas de aduanas ni de diferencias raciales. La cultura de los habitantes del globo terráqueo.
6. Para nosotros, la reacción es la muerte, la Revolución es la vida. La reacción es el pasado estacionario, petrificado, queriendo detener la marcha del hombre o pretendiendo obligarlo a limitarse, dando vueltas en el mismo sitio.
7. Estamos contra el fascismo en todas sus formas, pues el fascismo no representa ninguna evolución superior del hombre, sino solamente la última barricada del capitalismo en decadencia y una regresión.
8. Estamos contra la guerra, ese tumor natural adherido al mundo capitalista y por el cual ese régimen trata de vaciar su podredumbre y sus contradicciones vitales. Con la muerte trata de resolver el problema de la vida, (OJO) solo aceptamos la guerra social como una fatalidad impuesta por la incomprensión de las clases privilegiadas.
9. No aceptamos la idea chovinista de patria, o sea una patria enemiga de las otras patrias y lanzando a los hombres a la matanza para defender los intereses de una casta que aprovecha y goza de cada patria, excluyendo a la gran mayoría de sus habitantes.
10. No aceptamos la cultura como una cosa muerta que se trata de imponernos para matar en nosotros el espíritu renovador. No aceptamos la petrificación que pretende aniquilar los impulsos creadores del hombre. Luchamos contra todo lo que signifique atrofia del ser humano.
11. Suponer que el artista no debe salir nunca de su campo estricto, sería como suponer que hay una zona que le es vedada. Esto es absurdo y es además convertir al artista en un académico antihumano, desvitalizado. ¿Puede el poeta, puede el artista, ese ser especialmente sensible a los acontecimientos humanos, desconocerlos, aislarse de ellos, cortarse como una flor o encerrarse en una campana de vidrio o cubrirse los sentidos con un manto de caucho para no sentir lo que pasa a su alrededor? No puede.
12. El poeta sabe que el mundo vive en el desequilibrio y no puede aceptar la organización actual porque es una desorganización.
13. No podemos aceptar lo mediocre bajo ningún pretexto y mucho menos bajo el pretexto de que se trata de explicarse ante la masa popular. Un mal poema revolucionario no es eficiente ni como poema ni como revolucionario. Una mala obra de arte es un engaño, no levanta la cultura de las masas, sino la rebaja.
14. Se diría que a través de los siglos hemos ido amontonando sobre las masas un complejo de inferioridad. Hay una tendencia a aceptar cualquier mediocridad bajo la razón de la “cultura popular”. No solo se les ha explotado materialmente sino que también se ha explotado su espíritu y su cerebro.
15. Personalmente declaro que cada vez que oigo la expresión “arte popular” siento un choque interno, veo detrás de esa expresión el menosprecio que la encierra, siento el complejo de inferioridad que esconde y adivino que se pretende significar un arte inferior para seres inferiores. Considero un insulto a la clase popular suponer que haya que darle mediocridades para satisfacer sus ansias de elevación y cultura.
16. Nuestro deber es no permitir que los mediocres, oportunistas y derrotistas del arte vengan a emboscarse en la selva proletaria, pretendiendo que a las masas hay que darles obras de balbuceo porque ellos son incapaces de producir otras.
17. Al que no posee nada también se le quiere arrebatar el derecho a pensar y progresar espiritualmente…No queremos encontrarnos mañana con una sociedad adelantada que resolvió sus problemas económicos y un arte retrasado que se quedó repitiendo las mismas viejas fórmulas. No aceptamos que se corte la dialéctica en ningún ramo de la cultura humana. No se crea una nueva civilización con imbecilidades.
18. El artista siente y necesita más que nadie la armonía social, ese equilibrio humano de que hemos hablado, basado en una justicia real. En estos tiempos de descomposición, de aceptación conformista de falsos valores, el arte y la poesía marcan un reducto revolucionario en sí, contienen un principio agresivo y subversivo de la mayor importancia contra el mundo burgués agonizante y una base preciosa para la formación de una nueva cultura general.
19. Lo esencial del poeta es crear y no repetir, el acto de creación y no de imitación, seguir una línea de desarrollo según indicaciones tradicionales, según el hilo oculto que cada época descubre y ata o desata a sus raíces. No quedarse parados en medio del camino. Aumentar el acervo cultural con nuevos elementos, no acumulando los mismos como cadáveres sobre cadáveres.
20. Un arte pasado no tiene sustancia en el presente y repetirlo es trabajar con la muerte y para los muertos, es ir contra la tradición verdadera que significa evolución progresiva, crecimiento, aporte constante de formas al edificio universal.
21. La poesía descubre al hombre y hace que el hombre descubra al mundo. El poeta es el encargado de conquistar el universo por medio de la palabra, de poner ese universo a flor de pecho, de colocarlo sobre la tierra de los hombres como un gran sueño, que se solidificara de repente ante la humanidad.
22. Trabajamos por la realización de un mundo que nos sea propicio y nos ayude a elevarnos más y más, trabajamos por una armonía humana total, en donde todos los seres colaboren unos con otros, en donde hayan terminado las discordias y los hombres reconociéndose a sí mismos, reconociendo sus valores propios, sean una unidad en medio de la diversidad”.
Concluyo: reencontrarme con estas Barricadas, ya de regreso, ha resuelto mi vieja preocupación con el último lugar de descanso, que no está en una blanca y sobria tumba, en la cima de un cerro, mirando al mar, como ingenuamente pueden creer los y las poetas, sino en la palabra, en las ideas que con terquedad y a gran costo sostenemos, hemos sostenido.
Ideas y principios sobre los cuales a veces, en horas de desaliento, tendemos a dudar, sobre todo cuando vemos a Juan Pablo Duarte convertido en un pica pollo, el día 27 de febrero, y hordas de muchachos que no tienen idea de sus ideas, o biografía invadir la Zona preguntando: ¿Donde tamo? ¿Y, donde tal lo mío?
¿Habrá valido la pena este batallar?
Creo que no hubiéramos podido existir de otro modo.

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