Marie Kondo reorganiza su cuenta bancaria

Marie Kondo reorganiza su cuenta bancaria

Para los seguidores de la gurú de la organización hogareña Marie Kondo, un mundano cesto debe provocarte felicidad o, de lo contrario, hay que descartarlo.
Kondo, la reina japonesa del orden, quiere salvar a millones de personas del desorden, y de paso ganar dinero. Esta consultora de la organización del hogar está en la cresta de la popularidad mediática gracias al éxito de su programa en Netflix ‘Tidying Up With Marie Kondo’, que se estrenó el 1 de enero.
Su método para organizar, en el cual las posesiones personales se tiran o se conservan dependiendo de si “transmiten alegría”, está cautivando a las personas oprimidas y abrumadas por el exceso.

La premisa del programa es bastante simple: Kondo visita familias para poner orden en sus hogares y, por ende, en sus vidas. A medida que las personas revisan los montones de objetos acumulados, les pide que agradezcan y se despidan de las cosas que ya no aportan felicidad.

Netflix parece haber conseguido un jonrón, y de hecho en las redes sociales se ha producido un notable aumento en las conversaciones sobre la organización doméstica.

La filosofía de menos-es-más de Kondo coexiste con un sagaz sentido comercial. Su compañía KonMari Media Inc., de la que es fundadora y directora, también se está expandiendo con las ventas de su método de marca registrada “KonMari” a través de una red de consultores certificados en todo el mundo.
Sus dos libros, ‘The Life-Changing Magic of Tidying Up’ y ‘Spark Joy’, se han publicado en 42 países, y el primero lleva casi 150 semanas en la lista de libros más vendidos de The New York Times.

Kondo es más famosa en Estados Unidos que en Japón, donde disfrutó del revuelo cuando salió su primer libro en 2010.

La idea detrás del método de Kondo es el concepto japonés de danshari, un término que se escribe usando los caracteres chinos para “rechazar”, “desechar” y “separar”.

Kondo convirtió ese principio común en un concepto de valor y luego lo hizo un negocio exitoso.

Además de sus libros y series de televisión, Kondo gana dinero capacitando a otros en el método KonMari, discípulos que luego difunden sus consejos en todo el mundo.
Cualquiera que aspire a convertirse en consultor debe leer sus libros y luego enviar fotografías de su propia casa, ahora inmaculada conforme al método Kon Mari.
También debe pagar por la capacitación, que según los consultores puede costar hasta 2 mil 700 dólares, y una cuota anual de 500 dólares para mantener la certificación.

El interés en la certificación es fuerte: los próximos seminarios en Nueva York y Londres tienen cupo lleno, según el sitio web de Kondo.

En Australia, la consultora de KonMari, Gemma Quinn, afirma que el programa de Netflix ha aumentado el interés en sus servicios.

Aunque antes trabajaba en publicidad, ahora dice que puede ganarse la vida como organizadora y que está certificada como “platinum”, que requiere haber tenido al menos 300 consultas con 30 clientes.

La popularidad de Kondo también ha generado polémica. Su consejo acerca de deshacerse de los libros impresos provocó un debate acalorado entre los autores en redes sociales.
Su ascenso
El ascenso de Kondo es una victoria para el enfoque de Netflix de desarrollar programas transfronterizos y en idiomas locales. Los analistas estiman que ningún mercado asiático ha superado los dos millones de clientes en el servicio de streaming. Sin embargo, la compañía insiste en el contenido asiático y tiene más de un centenar de proyectos en producción en la región. En un estudio de Hollywood se habrían burlado de ti si hace diez años hubieras propuesto un programa de KonMari en japonés e inglés”, asegura Larry Mahl,

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